El Ayuntamiento de Palma deberá actuar prioritariamente en la adopción de medidas tendentes a combatir el exceso de ruido generado por el ocio nocturno. Así se establece en el Plan de Acción contra el Ruido aprobado definitivamente ayer por la junta de gobierno de Cort, que deberá ser ratificado en el próximo pleno.

Si bien la principal fuente de contaminación acústica en Palma, tal como se establece en el mapa de ruido aprobado el año pasado, es el tráfico rodado, hasta el punto de que el 93% de la población está sometida a niveles sonoros superiores a los 55 decibelios en algún momento del día, se considera que el ruido generado por el ocio nocturno debe ser tenido en cuenta en los planes de acción “debido a su especificidad y a los problemas que ocasiona a la ciudadanía por producirse en horarios sensibles”.

Entre las medidas que se describen en el plan se incluye un primer grupo relacionadas con la elaboración de la denominada zonificación acústica, que incluye la elaboración de un mapa específico de ruido de ocio nocturno, la localización de las zonas de conflicto y la adopción de medidas específicas de rehabilitación acústica, que en el documento no se especifican.

Igualmente, se establecen una serie de medidas tendentes a una mayor vigilancia del ruido generado por las actividades de ocio, entre las que se incluyen el incremento del control de las terrazas, eventos, actividades públicas y concentraciones; la verificación de los niveles de aislamiento acústico para la realización de determinadas actividades, el control de horarios, y la gestión de las licencias de actividad de los locales de ocio. Asimismo también se señala la necesidad de verificar los niveles de emisión e inmisión de las actividades que se realicen, además de programar actuaciones de “educación y sensibilización para usuarios y hosteleros”.

El estudio señala asimismo que la adopción de medidas de control del ruido ambiental en actividades de ocio y el comportamiento de los usuarios “permiten mejorar la conciliación entre intereses contrapuestos por parte de la ciudadanía como son el ocio y el descanso”.

Con el fin de aplicar correctamente las anteriores medidas se advierte que se requieren recursos económicos para realizar “una correcta zonificación acústica”.

En relación a la vigilancia del ruido del ocio nocturno se indica que se debe contar “con personal altamente cualificado y con instrumentación adecuada para realizar inspecciones de ruido ambiental y verificaciones de los niveles de aislamiento de los locales”.

Por lo que respecta a la rehabilitación acústica en entornos de ocio saturados, las acciones pueden tener varios enfoques, desde una modificación del uso de las zonas, hasta la aprobación de planes de aislamiento acústico de las fachadas. Por último, se indica que en el desarrollo de estas medidas deben involucrarse distintas áreas municipales entre las que se señala las de Ecología, Agricultura y Bienestar animal, Modelo de Ciudad, y la Policía Local.

Las demás actuaciones propuestas —la mayoría ya previstas en el Plan de Movilidad Urbana — van encaminadas a la reducción del tráfico rodado, con la disminución del número de vehículos ligeros y pesados y la reducción de la velocidad, además de otras que modifican los flujos de movilidad y que afectan a la absorción y propagación del sonido.