ARCA ha manifestado su indignación por la demolición de la vivienda de Gènova en la que vivió durante unos meses el músico Manuel de Falla.

La entidad proteccionista denunció ayer que la destrucción se ha llevado a cabo ante "la impasividad del Ayuntamiento de Palma y la mirada hacia otro lado del Consell de Mallorca".

Por ello, el presidente de ARCA, Pere Ollers, y la portavoz de esta entidad, Àngels Fermosselle, manifestaron su "rabia, impotencia y desencanto" por la actitud tanto de Cort como del Consell, ya que, a su entender, "quienes gobiernan Palma y en el Consell no han querido entender la trascendencia de este elemento singular, ya que se trata de una casa preciosa, con valores paisajísticos, culturales e históricos".

Lamentan que "en lugar de manifestar su contento y alivio de que, a través de ARCA y con la ayuda de personas como el músico Joan Moll se hubiera descubierto o recordado la importancia histórica de la casa situada en Rector Vives número 43 de Gènova, pareció que para el departamento de Urbanismo del Ayuntamiento era una mala noticia y una molestia, mientras que el Consell de Mallorca ha optado por mirar hacia otro lado".

Asimismo, manifestaron que el alcalde de Palma, José Hila, "ni tan siquiera se ha tomado la molestia de contestar a los escritos que le hemos hecho llegar".

Por ello, califican de "bien triste" el primer aniversario del actual equipo de gobierno celebrado ayer, "que podría haber demostrado la voluntad de proteger patrimonio".

Por el contrario, a juicio de ARCA, con su actuación, lo único que han puesto de manifiesto es, como mínimo, "indiferencia y menosprecio".