Llega el calor, vuelven los mosquitos. Y antes de que se conviertan en una plaga, la empresa de control de plagas que trabaja para el Ayuntamiento ha desplegado su herramienta más efectiva contra los insectos voladores: el helicóptero.

Entre las siete y las nueve de la mañana, han fumigado los humedales de la Platja de Palma y el Pla de Sant Jordi. En varias de estas zonas hay agua estancada que reúnen las condiciones idóneas para que se multipliquen los mosquitos. Un ejemplo de ello es la balsa de Can Guidet.

El nivel freático está casi a ras de suelo, por lo que si se riegan los campos difícilmente filtrará el agua. Esos charcos, sumados a las temperaturas superiores a los 30 grados centígrados, son un campo de cultivo para los mosquitos comunes.