"Estamos muy decepcionados". Con esas palabras resumió la portavoz de la Asociación de Vecinos del Puig de Sant Pere y sa Llotja, Feli Marcos, la reunión que mantuvieron ayer con el alcalde de Palma, José Hila (PSOE). Fue un encuentro tenso que 90 minutos, media hora más de lo previsto debido a la intensidad del debate entre los representantes vecinales y los del equipo de gobierno.

Los residentes le trasladaron la necesidad de actuar de inmediato contra el ruido en el barrio generado por los locales de ocio nocturno. Solicitaron adelantar el horario de cierre de las terrazas y de los bares de forma inmediata para que este verano no se repitan los excesos de ruidos de cada año. Además, pidieron recuperar la declaración de zona acústicamente contaminada para el barrio.

Marcos aseguró salir de la reunión con "una gran frustración": "El alcalde se ha mostrado predispuesto a hacer cosas a medio plazo, pero no para este verano. Exigimos medidas inmediatas para que se respeten nuestros derechos como vecinos".