Los vecinos de sa Llonja han denunciado que el Ayuntamiento de Palma está vulnerando su derecho constitucional al descanso y a la salud permitiendo que sistemáticamente se sobrepasen los niveles de ruido permitido en la ordenanza municipal sin que se adopten las medidas para poner fin a esta situación.
La anterior afirmación, además, no es una apreciación vecinal, sino que se contempla en la sentencia 369 de 30 de junio de 2014 en la que el Tribunal Superior de Justicia de Balears declara que los derechos de los residentes de la zona están siendo vulnerados y recuerda la obligación municipal de protegerlos.
El anterior Consistorio no hizo nada al respecto, pese a disponer de mediciones sonométricasmediciones sonométricas y, en consecuencia, proceder a la apetura de un expediente para adelantar el horario de cierre de los bares en tres calles de la zona, aunque nunca fue aprobado definitivamente por la proximidad de las elecciones municipales.
Con los responsables del actual Consistorio han mantenido varias reuniones sin ningún resultado práctico, pese a que ya ha transcurrido casi un año desde su toma de posesión. Por ello, en la reunión que van a mantener hoy con el alcalde, José Hila, van a solicitar que el pleno del Ayuntamiento declare nuevamente la zona como acústicamente contaminada. Justifican la petición en base a las mediciones sonométricas realizadas durante cuatro años consecutivos, que demuestran la persistencia de la contaminación acústica, pese a que la zona está declarada como de Especial Protección.
Como consecuencia, solicitan que se proceda a adelantar el horario de cierre de los bares incluidos en la zona los días laborales a las 24,00 horas y los fines de semana y festivos a la una de la madrugada.
Asimismo, piden que se decrete una reducción de la ocupación de la vía pública por mesas y sillas en un 50% y que, además, se establezca como hora máxima para las terrazas las 11 de la noche, tal como se contempla en otras zonas de la ciudad que no estan declaradas como de especial protección como es el caso de sa Llonja. A juicio de los responsables de la asociación vecinal también se debe prohibir el acceso de las motocicletas al Área de Circulación Restringida (ACIRE) y no autorizar mercadillos y otras actividades que sirvan de reclamo a la gente en horario nocturno.
Como medidas complementarias proponen que se revisen las licencias y las condiciones de apertura de todos los locales de la zona, que se proceda al cierre de aquellos que no han abierto en seis meses y que se aplique de forma rigurosa la normativa espacial en las cuatro zonas del casco antiguo. También piden que se dote a la zona de celadores para evitar que se produzcan infracciones.
