­Los vecinos de la calle Blanquerna y de Santa Catalina deberán soportar un año mas las molestias ocasionadas por la proliferación de terrazas. El equipo de gobierno no concederá más licencias en estas zonas en un plazo de un año ni autorizará la ampliación de las terrazas existentes. Todo ello, tal como explicó la teniente de alcalde de la Función Pública, Aurora Jhardi, con el fin de revisar la actual ordenanza de la ocupación de la vía pública, que se pretende sea de forma consensuada.

Según Jhardi, es necesario una ordenación del espacio público tras la "excesiva permisividad del anterior equipo de gobierno" a la hora de la concesión de licencias, que "ha provocado protestas de vecinos, en especial en Santa Catalina". En esta barriada, según la teniente de alcalde, hay en estos momentos 128 terrazas de bares y restaurantes concedidas, mientras que en la calle Blanquerna existen 32.

La moratoria, que según Jhardi entrará en vigor hoy, trata de poner freno a la expansión de las terrazas con el fin de planificar de forma consensuada su reducción, en especial en Santa Catalina, donde se ha producido un notable "desequilibrio" por el exceso de ocupación de los espacios comunes y por el ruido que provocan los clientes".

Recordó que el descanso de los vecinos es un derecho fundamental y tiene todo el apoyo de la jurisprudencia nacional y europea".

Afirmó que el caso de Blanquerna la moratoria supone una mejora en relación a la situación actual, porque "aún no se ha producido una situación de desequilibrio como en Santa Catalina". En este barrio la moratoria afecta a la zona delimitada por las calles Monseñor Palmer, plaza Pont, Espartero, plaza Progrés, Comte de Barcelona, Indústria, avenida Argentina y el Paseo Marítimo.