Un funcionario judicial de Palma fue detenido ayer por su presunta implicación en la trama corrupta que salpica a la Policía Local. Se trata de un agente judicial, que ha trabajado en varios juzgados de Palma, al que varios testigos apuntan a que recibía "soplos" policiales. La familia de este funcionario tiene un local de ocio en la Playa de Palma, en la que el detenido suele pasar muchas horas, según han señalado varios testigos. Se cree que debido a su estrecha relación con varios agentes de la Policía Local de Palma, cuando estaba previsto que se realizara una inspección en su local, era avisado con anterioridad a la llegada de los funcionarios. En concreto, era uno de los policías locales investigados quien, supuestamente, avisaba al trabajador del juzgado, para que estuviera atento a la llegada de los funcionarios y así evitar sanciones económicas.
La detención se practicó a primera hora de la mañana de ayer por orden del juez Manuel Penalva, del juzgado de instrucción número 12 de Palma. Esta medida se adoptó después de que varios testigos, algunos de ellos antiguos trabajadores del citado bar, apuntaran a que cada vez que la Policía Local de Palma tenía previsto realizar una inspección, el hijo del dueño recibía un aviso telefónico. Ello les permitía solucionar cualquier irregularidad que podría ser objeto de una sanción.
El funcionario fue conducido por la Policía al despacho del juez para que le tomaran declaración. El detenido negó cualquier trato de favor por parte de la Policía Local y en concreto del agente que le señalaron durante el interrogatorio. Este policía que supuestamente avisaba al agente judicial es un oficial de la Policía Local, que ha sido detenido varias veces desde que se iniciara la investigación sobre este caso de corrupción. Fue arrestado por su relación con los Ángeles del Infierno y después fue condenado por la agresión cometida en la sala de detenidos del cuartel de San Fernando.
El agente judicial detenido ayer desmintió las declaraciones de los testigos y aseguró que jamás había recibido un aviso previo a una inspección por parte de la Policía Local. También negó que mantuviera una relación estrecha con el oficial de la Policía Local investigado.
El interrogatorio del agente judicial se prolongó durante casi una hora. El juez, finalmente, decidió dejarle en libertad con cargos. A primera hora de la tarde abandonó el edificio de los juzgados. No se sabe si esta detención podría tener consecuencias en cuanto a su trabajo como funcionario judicial. Este arresto, en cualquier caso, nada tiene que ver con su desempeño profesional en los juzgados, puesto que se trata de un trabajo extra que desarrolla fuera del horario laboral.
El investigado es una persona muy conocida entre la plantilla de funcionarios de Palma. Ha ocupado varios destinos, tanto en la fiscalía como en los juzgados de lo Penal de Palma. En estos momentos ocupaba un destino en la oficina de notificaciones del juzgado de sa Gerreria. Su detención provocó ayer una lógica sorpresa entre sus compañeros de trabajo.
