El Palacio de Congresos está acabado y sin gestor. Y así continuará al menos en los próximos 6 meses. Proyectado por el arquitecto navarro Francisco Mangado, el nuevo centro de convenciones de Palma lleva adosado un hotel por exigencias de los responsables del Govern y del Ayuntamiento de Palma que lo impulsaron en 2004.

La infraestructura se levanta sobre una parcela alargada e irregular resultado de la reparcelación de la fachada marítima del litoral de Llevant, situada entre la prolongación de Joan Maragall, la autopista del aeropuerto, Manuel Azaña y una calle peatonal.

El arquitecto ideó el edificio, que calificó como una prolongación de las murallas de la ciudad. En la parte que da al mar la fachada está revestida de chapas de aluminio reciclado formando celdas con una profundidad de tres metros, que evitan la insolación directa.

En su interior hay dos escaleras mecánicas y otra normal que permiten el acceso a las distintas plantas del edificio. La fachada norte y la cubierta se ha revestido de piezas de marés artificial. A lo largo de esta fachada hay un corredor longitudinal de servicios.

De esta forma el edificio del Palacio se puede entender como un gran contenedor que, a su vez, incluye otros tres: el auditorio principal, el menor y la sala de exposiciones.

El primero constituye "la joya del edificio". Se ha concebido como un espacio polivalente con una capacidad para 1.978 personas. Puede dividirse en dos totalmente independientes, con sistemas propios para funcionar separadamente, con una capacidad para 1.249 personas y de 584, respectivamente.

El escenario dispone de una boca que mide 16 metros de ancho por 9 de alto y cuenta con una superficie total de 220 metros cuadrados. Está equipado para poder realizar representaciones teatrales y eventos musicales.

El segundo auditorio, más pequeño, da la espalda al principal de forma que el espacio situado entre los escenario es común.

Tiene una capacidad para 462 personas y, teniendo en cuenta el tamaño medio de las reuniones, se espera que sea uno de los espacios más utilizados del edificio. En la parte superior da al entresuelo de la sala de exposiciones y comunica con uno de los vestíbulos, lo que permitirá combinar exposiciones, presentaciones y eventos de todo tipo.

Entre los auditorios, situados cerca de la calle Manuel Azaña, y el hotel, se abre un amplio espacio polivalente de exposiciones. Dispone de una superficie de 1.640 metros cuadrados, a los que se pueden añadir otros 700 metros cuadrados del altillo que recorre toda la fachada que da al mar.

El techo de esta sala principal cuenta con una altura de 11 metros desde la planta baja y de casi 8 metros desde el altillo, lo que permite organizar muestras y exposiciones de todo tipo. Además la sala principal cuenta con un acceso directo desde la prolongación de la calle Joan Maragall que permite la introducción de coches y elementos expositivos de grandes dimensiones.

Por encima de esta gran sala de exposiciones y con conexión directa con la cafetería y la terraza que da al mar que coincide aproximadamente con la planta tercera del hotel, hay dos salas de reuniones polivalentes que tienen una superficie de 320 metros cuadrados cada una. Se pueden dividir en ocho espacios totalmente independientes de 80 metros cuadrados cada uno.

Tienen luz natural y cabinas de traducción. Además de estas salas de reuniones principales existen otras tres más pequeñas, denominadas de comisión, con superficies de ente 60 y 150 metros cuadrados que, a su vez, pueden transformarse en otras 10 salas de superficie variable. También se dispone de una sala VIP. Se trata de una estancia de 87 metros cuadrados, que cuenta con todos los servicios de baño, minibar y espacios de descanso.

El Palacio cuenta con tres vestíbulos, que también pueden ser utilizados como zonas expositivas y de ferias, para un cátering o para cualquier otra necesidad. Se sitúan a distintas alturas y en puntos estratégicos: en la zona cercana a los auditorios, con acceso desde la calle Joan Maragall y la autopista del aeropuerto. También hay un espacio vecino a las salas polivalentes y al restaurante, con otros 1.000 metros cuadrados más.

Si bien existe un bar en la planta baja junto a los auditorios, el restaurante, situado en la tercera planta, dispone de 620 metros cuadrados, a los que hay que añadir otros 600 de terraza con vistas al mar.

El hotel, de cuatro estrellas superior, se comunica con el palacio se conecta a su planta tercera. Dispone de 9 pisos con 268 habitaciones: 242 dobles, 13 suites junior y 13 suites. En la planta séptima hay una terraza que da al mar, que cuenta con una piscina al aire libre.

En la planta baja, con acceso directo, está la recepción y el bar. En la planta sótano se situa el spa, además del estacionamiento para 282 vehículos y otro en el que caben trailers y autocares.