La Feria de Abril de Palma finalizó ayer a mediodía su vigésimo séptima edición con la tradicional misa rociera en la que participaron más de 3.000 personas, según una estimación de los organizadores.

La celebración católica tuvo lugar en la explanada del polígono de Son Rossinyol donde se celebra la Feria de Abril. Se abarrotó el pasillo que queda entre las nueve casetas que hasta ayer ofrecían comida y música andaluza. La misa al aire libre se celebró en un ambiente festivo. Muchos de los fieles acudieron con gafas de sol, gorras y también se vieron algunos paraguas, que a diferencia del resto del fin de semana no sirvieron para protegerse de la lluvia sino del intenso sol.

El padre Horrach se encargó de oficiar la eucaristía desde el escenario instalado para la ocasión. Durante la ceremonia le acompañaron los cánticos del coro rociero de la Casa de Andalucía en Balears y también las tres bailaoras que conforman el grupo Caprichos del Sur. Un grupo de niñas vestidas de faralaes se encargó de realizar la ofrenda de varios ramos de flores y también de una ensaimada. La misa cantada finalizó con la salve andaluza.

En primera fila estuvo la presidenta de la Casa de Andalucía, Margarita Bazar, flanqueada por el alcalde de Palma, José Hila, y la regidora de Seguridad Ciudadana, Angélica Pastor. También acudieron las concejalas del PP Lourdes Bosch, Antònia Roca y María José Bauzá.