"Los turistas pueden hacer aquí lo mismo que en su casa, es decir, comportarse y disfrutar sin molestar a nadie. Si la diversión afecta a los derechos de otras personas, debe acabar. Y ocurre igual en Alemania, Inglaterra o Italia. Las normas están para cumplirlas y los turistas tienen que respetarlas. Si no lo hacen, tendrán un agente de policía que los sancionará".

Fue la respuesta tajante del alcalde de Palma, José Hila, a una pregunta sobre qué pueden hacer los turistas en la Platja de Palma. Incidió en que uno de los objetivos que se ha marcado el equipo de gobierno de Cort es "hacer cumplir las ordenanzas para mejorar la calidad de vida de los residentes y visitantes", según destacó refiriéndose a las quejas de vecinos durante los pasados fines de semana debido a los desmanes y aglomeraciones en la primera línea.

José Hila aclaró que "hace años que está prohibido emborracharse en la vía pública, como en Alemania", y ahora se interviene también cuando se produce una gran concentración de gente, tal como dio a conocer la Fundación Palma 365 a través de las agencias de comunicación de los países emisores de turistas.

El alcalde reconoció que "en dos meses no se puede cambiar el comportamiento que se ha producido durante muchos años", pero la intención del consistorio es "reconducirlo" con el fin de mejorar la calidad del destino y acabar en el futuro con el turismo de borrachera, tan implantado en la Platja de Palma.