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Denuncia

"No sabíamos que aquí estaba prohibido sacrificar corderos"

Una familia mata un ovino en Son Gotleu para cumplir la tradición de la Pascua Ortodoxa

Uno de los animales fue degollado, lo que llevó a la denuncia policial.

"Para nosotros, la Pascua es muy importante, como Navidad. En la Iglesia Ortodoxa se celebra siguiendo lo que dice la Biblia: Se mata un cordero para comerlo con la familia". Lo contaba ayer una sobrina de la familia que el domingo sacrificó a uno de los cuatro animales que tenían en el patio de su casa en Son Gotleu y que alarmó a todo el vecindario. "No sabíamos que aquí estaba prohibido matar corderos", como argumentó la joven de Rumanía, quien no asistió al ritual llevado a cabo por su tía, su primo y la mujer y los hijos de este. Tras la denuncia vecinal ante la Policía Local, los hechos están en manos de la concejalía de Sanidad del Ayuntamiento y el expediente iniciado puede acabar en una sanción, según indicaron.

La sobrina continuó relatando que en su país es una arraigada tradición, principalmente entre "las personas mayores -como su tía- y se realiza en el campo". La ceremonia del cordero pascual viene precedida en la costumbre ortodoxa por "la vigilia, donde se reza durante toda la noche", en palabras de la mujer rumana que ayer hizo de portavoz. Todo ello se realiza para conmemorar la resurrección de Jesús, cuya fecha es diferente que en el catolicismo romano.

Este testimonio no reside en la finca de la calle Santa Florentina en la que sucedieron los hechos, aunque estaba al corriente de lo ocurrido porque se armó un gran revuelo. Todo empezó cuando un niño del vecindario observó que había cuatro corderos en un patio del edificio. Era el sábado y su madre se extrañó, pero no le dio mayor importancia.

Al día siguiente, aparecieron velas en el recinto y collares de flores en el cuello de los cuatro ovinos, antes de que el primero fuese sacrificado, según indicó una de las residentes. Los balidos y el mal olor que desprendía el animal alertaron a los vecinos y, cuando se asomaron al interior del patio de luces, supusieron que los cuatro corderos habían sido degollados. De inmediato llamaron a la Policía Nacional, aunque les informaron de que era competencia de la Local.

Tras la segunda llamada, un agente se personó en el número 53 de Santa Florentina a las 12,30 horas y acudió a la vivienda que había sido denunciada. "Le abrió un hombre de origen rumano y le corroboró que había matado a uno de los animales y lo estaba deshuesando para comerlo, ya que era tradición en su religión", tal como indicó el portavoz de la Policía Local. El agente entró en el piso, comprobó lo dicho y que quedaban tres corderos vivos. Le explicó al autor del sacrificio que la normativa municipal prohíbe este tipo de prácticas, que deben realizarse en un matadero, y el hombre rumano le respondió que no tenía ni idea. El policía le instó a limpiar el patio y llevarse a los animales vivos con el fin de restablecer la normalidad en el vecindario.

Se da la circunstancia de que en esta finca residía Mohamed Harrak, el joven marroquí que fue detenido el pasado 19 de abril por, presuntamente, tratar de captar futuros terroristas para el Estado Islámico.

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