El responsable político de Movilidad de Cort, Joan Ferrer, asegura estar preocupado por uno de los datos de la encuesta que hizo la Fundación Línea Directa. "A raíz del estudio de la aseguradora, me sorprendió que el 90% de la gente multada tenía la percepción de que se le había sancionado con intenciones recaudatorias. Las multas sirven para garantizar la seguridad en la vía pública. Si eso se percibe como un afán recaudatorio de la administración y no como una advertencia de que has tenido una mala conducta que debes corregir, me parece muy preocupante", señala el regidor socialista.

Para cambiar la tendencia, Ferrer propone realizar más campañas de seguridad vial, de movilidad sostenible y de convivencia de los usuarios en la vía pública. "Nuestro objetivo no es que el año que viene suba el número de multas. La intención simplemente es que la Policía Local realice controles de tráfico. Los estudios dicen que en cualquier ciudad, cuanta más indisciplina hay, se generan más atascos de tráfico y sube el número de accidentes", razona el miembro del equipo de gobierno.

Otro elemento que servirá para controlar mejor las ordenanzas de tráfico -e, indirectamente, para aumentar las sanciones- serán las cámaras de vigilancia que se instalarán en las áreas de circulación restringida (zonas Acire) que hasta ahora no tenían controles.

Ferrer explicó que su puesta en marcha está prevista en cuestión de meses, después de realizar una campaña informativa con vecinos, comerciantes y hosteleros durante el mes de mayo. Luego habrá un periodo de pruebas en el que no se multará a nadie y más tarde los dispositivos de videovigilancia comenzarán a sancionar. "Queremos que las cámaras no tengan solo un efecto punitivo, sino también coercitivo para que la gente no entre a las zonas restringidas. Por ello, también mejoraremos la señalización para que los conductores sepan que no pueden circular por esas calles", concluyó el concejal de Movilidad.