En la antigua estación de autobuses de Palma, situada al final del parque de ses Estacions, seis personas sin hogar duermen en un lugar que desde hace años se ha convertido en un campamento precario de vecinos que han acabado en la indigencia.
El alcalde de Palma, José Hila (PSOE), aseguró el pasado miércoles que ya nadie dormía en la estación, reconvertida desde 2009 en un aparcamiento de pago y que ahora quieren transformar en una zona donde puedan llegar los autocares cargados con cruceristas.
"He ido por diversas cuestiones y no había nadie. Si no, se ofrecerá el servicio de acogida para que esas personas estén en un lugar digno", señaló el pasado martes el munícipe socialista.
Sin embargo, la realidad es distinta. Según explican vecinos y trabajadores de la zona, de forma recurrente la Policía Local expulsa a los sintecho del lugar y les dice que no pueden dormir ahí. Al cabo de unos días, los indigentes regresan a la antigua estación, situada en la calle de Eusebi Estada, y vuelven a colocar sus enseres en los puntos menos expuestos a la intemperie.
Los actuales moradores de la parcela son diferentes a los que la policía echó hace un mes, según explica una trabajadora de la Conselleria de Territori del Govern balear. Se muestra preocupada por los problemas de salubridad, ya que de la zona de acampada se desprende un intenso olor a orín. Han montado unos refugios con colchones y cajas de cartón. También tienen muebles, como un escritorio con sillas, barreños o carros de la compra.
Desde Cort aseguran que la Policía Local solo interviene si hay altercados o quejas vecinales. El ayuntamiento afirma que avisará al Consell de Mallorca y a Creu Roja de que otra vez hay personas sin hogar durmiendo en la estación. No obstante, a menudo las personas que acaban viviendo en la calle rechazan la ayuda de las instituciones públicas.
Algunos vecinos de la barriada creen que no es el sitio ideal para que se llene de turistas. Cati Ramos opina que Eusebi Estada "no es un lugar atractivo" para los turistas y cree que no deberían expulsar a los sintecho solo para que los cruceristas no vean las realidades más duras de la ciudad. Antònia Jaume, en cambio, piensa que esa imagen "no es la que nadie querría ofrecer a los turistas".
Por el contrario, Marga Rosselló, vecina de ses Estacions, cree que es "una buena idea" descongestionar el Moll Vell y acercar los turistas a la plaza de Espanya. "Aquí los turistas estarán al lado del centro", razonó.
