El tráfico rodado es la principal fuente de contaminación acústica de Palma. Así lo indica el plan de acción contra el ruido que presentó Cort el pasado enero. El documento, que todavía no se ha aprobado de forma definitiva, señala que el 93% de la población está expuesta a ruidos superiores a los 55 decibelios. La forma que el Ayuntamiento ha ideado para solucionarlo es pacificar el tráfico en el caso urbano.

Aunque de momento es una mera intención que no se ha traducido en acciones concretas, el consistorio espera que estrechar calzadas o aumentar la vigilancia de las áreas de circulación restringida -conocidas como zonas Acire- sirva como argumento para que más gente deje el coche en casa y reducir así el ruido de fondo que permanentemente hay en la ciudad.

Cort recuerda que el llamado índice de motorización -la proporción de vehículos y personas- es en Palma de 820 vehículos por cada 1000 habitantes, según datos del año 2011. La media española es de 482, mientras que el país comunitario con mayor ratio de vehículos es Luxemburgo, con 672.

Como explicó este diario el pasado domingo, la reforma de las calles del General Ricardo Ortega, en el barrio de Foners, y de Rafael Rodríguez Méndez, que divide los barrios del Fortí y el Camp d'en Serralta, son dos de las intervenciones programadas para reducir el tráfico.

Se trata de dos vías cercanas a las avenidas donde el ruido llega hasta los 70 decibelios en las horas punta, según señala el informe municipal.

Aparte del control del tráfico, que genera más del 90% del ruido que se emite en la ciudad, otra de las medidas para rebajar la contaminación acústica será controlar las terrazas de bar y sancionar las que excedan el horario permitido de forma que se respecto el descanso vecinal.

Las acciones que recomienda el plan de acción contra el ruido se podrán ejecutar cuando el documento reciba la aprobación definitiva por parte del pleno del Ayuntamiento de Palma. Durante las últimas semanas y hasta el pasado viernes el informe ha estado en exposición pública para que la ciudadanía pudiera realizar sugerencias o enmiendas al estudio. Ahora Cort debe responderlas y decidir si las incluye antes de la votación final, prevista para principios de este verano.

Trastornos psicológicos

Con motivo del Día Internacional de la Conciencia sobre el Ruido, el consistorio palmesano recordó ayer que el exceso de ruido de forma prolongada puede causar trastornos fisiológicos y psicológicos, en función del nivel de ruido y del carácter de la persona afectada.

Entre estos efectos está que el oído deja de percibir los sonidos más flojos, taquicardias, tensión muscular, perturbaciones en el sueño, fatiga, agresividad o irritabilidad, así como pérdidas de concentración. En los casos más graves, también se pueden producir patologías como angustia, depresión o aislamiento social.