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Infraestructuras

El puerto construirá una terminal para grandes cruceros en el dique del Oest

Las obras acaban de salir a concurso con un presupuesto máximo de 19,5 millones y esperan que estén acabadas en 2018 - La nueva estación marítima estará pensada como un aeropuerto y podrá gestionar el embarque de hasta 7.000 pasajeros

El puerto construirá una terminal para grandes cruceros en el dique del Oest

El puerto de Palma busca más cruceros y más grandes. Y para ello quiere que en un par de años comience a funcionar un nuevo edificio para gestionar un elevado volumen de pasajeros en poco tiempo. Las estaciones marítimas del muelle de Paraires no dan abasto con los mayores cruceros del mundo, así que la Autoritat Portuària de Balears (APB) ha proyectado una nueva terminal, la número 6, que permita mover hasta 7.000 pasajeros al mismo tiempo. Estará en el dique del Oest y sustituirá la actual carpa provisional que recibía a los cruceristas.

Mientras que la carpa -que costó algo más de 800.000 euros- tiene una superficie de unos 2.500 metros cuadrados, la estación marítima los multiplica por cuatro y ronda los 10.000 metros cuadrados. El coste de la terminal se eleva exponencialmente y podría alcanzar como máximo los 19,5 millones de euros.

A mediados de marzo la APB sacó a concurso las obras con esa cifra como presupuesto límite y está pendiente de recibir las ofertas de las empresas constructoras que quieren encargarse de edificar la nueva terminal. El plazo para presentar su candidatura finaliza el 19 de abril.

El concurso público establece que los trabajos duren 18 meses como tope desde que se adjudique la obra. La previsión es que la construcción se comience a principios de 2017 y finalice a mediados de 2018. No obstante, la APB espera que para el verano u otoño de 2017 entre en funcionamiento una primera fase de la terminal que pueda sustituir las instalaciones provisionales del dique del Oest.

El diseño de la estación marítima número 6 está pensado como una terminal de aeropuerto, con una zona de facturación, una gran sala de embarque y espera, además de un área de recogida de equipajes. Las instalaciones están ideadas para que funcionen como puerto base, es decir, para gestionar el primer embarque de los pasajeros o su salida definitiva del crucero. Las dimensiones del edificio permitirán tratar con los cruceros más grandes del mundo, que comprenden esloras superiores a los 300 metros.

Además, se adecuará la explanada del dique del Oest para crear una gran rotonda de acceso a la terminal (dentro de la zona de seguridad del dique), paradas de autobuses y taxis y una explanada de aparcamiento.

Pese a que el muelle deberá lidiar con más tráfico y más personal externo al puerto, no se prevé suprimir el control de seguridad que impide el acceso al dique del Oest. Según explicó a este diario el presidente de la APB, Joan Gual de Torrella, el control de acceso está fijado por el Ministerio del Interior y razona que se ha de mantener porque las medidas de seguridad de los cruceros deben ser elevadas.

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