Los empleados de Emaya han recibido junto a la nómina correspondiente al pasado mes de marzo una carta de la presidenta de la empresa, Neus Truyol, en la que cuenta que un trabajador al que no conocía de nada se dirigió a ella hace unas semanas con el fin de pedirle que "diera un empujoncito" a una persona que participaba en el proceso de selección del bolsín de peones del área de Calidad Urbana, que incluye limpieza viaria y recogida de basuras. En la carta, Truyol asegura que manifestó a su interlocutor ocasional que "estas prácticas se habían acabado en Emaya", por lo que no tan solo no iba a colocar a nadie, sino que no permitirá que nadie lo haga. Afirma en la misiva que, como presidenta, velará para que todas las contrataciones se hagan "con criterios de capacidad profesional, igualdad de oportunidades, publicidad y transparencia". Por lo que "ser conocido, familiar, compañero de partido o de sindicato no será nunca una razón para colocar a nadie". Recuerda que Emaya "es una empresa pública y, como tal, es de todos los ciudadanos de Palma". Por ello "no me pertenece como presidenta ni tampoco es de ningún trabajador ni organización". Afirma asimismo saber que "la inmensa mayoría de la gente que hacemos Emaya coincidimos en esta cuestión" que, por otra parte, "está plasmada en el Codigo Ético y de conducta con el que nos hemos dotado como empresa".