La rotura de una tubería de agua potable en la calle Bernat de Santa Eugènia, en Cala Major, la madrugada de ayer provocó una riada de agua que desembocó en la avenida Joan Miró, ya que la vía afectada es perpendicular y en pendiente hacia la calle que comunica toda la barriada del Ponent palmesano.

Los operarios de la empresa municipal Emaya trabajaron en la arteria averiada durante toda la mañana y lograron repararla con la "sustitución de tres metros de cañería", tal como informaron desde la compañía pública. El problema fue resuelto a primera hora de la tarde y los residentes perjudicados volvieron a tener agua potable.

Las fugas en las conducciones de agua de la ciudad son una constante, debido a que la red es obsoleta. Emaya va mejorando las arterias de forma paulatina, como hace ahora en Son Espanyolet.