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Crónica de antaño

Ciudadano ejemplar, Alexandre Jaume i Rosselló

Alexandre Jaume, (de pie, izquierda), junto a otros integrantes de la comisión gestora de Palma, 1937.

En 1849, la Sociedad Económica Mallorquina dedicó una lauda a la memoria de Gaspar Melchor de Jovellanos. Ésta fue colocada en una de las salas de la planta principal del Castillo de Bellver, conocida desde entonces como "Sala Jovellanos". Siguiendo este ejemplo, el pasado mes de febrero el Ayuntamiento de Palma anunciaba que la sala VII, de la planta principal de Bellver, pasará a denominarse "Sala Alexandre Jaume i Rosselló".

Al visitar el Castillo de Bellver, tras salvar el foso y acceder por el portal principal, se advierte, en la pared de la izquierda, una lápida conmemorativa ya dedicada al político e intelectual mallorquín: "A la memòria d´Alexandre Jaume i Rosselló, diputat a les Corts Constituients de 1931, que va aconseguir per a la ciutat aquest Castell i parc de Bellver. Ajuntament de Palma, 1989".

Alexandre Jaume i Rosselló nació en Montevideo 1879, en el seno de una familia de indianos mallorquines. En 1890 se trasladó con sus padres y sus seis hermanos a Mallorca. De su familia recibió una formación de tipo liberal en lo político (era sobrino de Alejandro Rosselló), y tradicional en lo religioso. Primero estudió el bachillerato en el Instituto. Al finalizar, en 1895, se trasladó a Barcelona para iniciar la carrera de Derecho. Sus últimos años universitarios se desarrollaron en Madrid, donde se licenció. Tras finalizar la carrera hizo un viaje por el extranjero y luego decidió matricularse en La Sorbonne para realizar algunos estudios de economía. Según cuenta Alexandre Font Jaume en la biografía que hizo de su abuelo, esos años fueron decisivos en la consolidación de sus ideas y su formación intelectual. Emil Zola, Anatole France o George Sand, fueron algunas de sus lecturas parisinas. Principios como el de la libertad individual, la democracia o la justicia social, arraigaron firmemente en sus convicciones personales.

Al regresar a Palma no tardó en aflorar su vocación política. En esa época, Jaume entró en una fuerte crisis religiosa, muy dolorosa, pues supuso la destrucción de todo un sistema de valores tradicionales. Según cuenta el mismo, esa crisis fue provocada especialmente por el mal ejemplo de muchos católicos de su alrededor y la respuesta de la Iglesia ante las injusticias sociales. Eligió ingresar en el partido liberal, en el cual, además de su tío, también militaban su hermano Andreu y su cuñado Lluís Alemany. En 1909 fue elegido concejal del Ayuntamiento de Palma. Ese mismo año se casó con Isabel Planes Serra, con quien tuvo tres hijos y una hija. Durante esos años Jaume se dedicó a los negocios familiares, a la política y a escribir artículos relacionados con la política internacional en revistas y periódicos. En 1917, desengañado del liberalismo (especialmente del "verguismo"), abandonó el partido y, posteriormente, influenciado por Llorenç Bisbal, en 1919 ingresó en el partido socialista. El ingreso de Alexandre Jaume en el PSOE no fue bien visto entre la burguesía mallorquina: "¡Figúrese usted!„le contaba sobre esta cuestión años más tarde a un periodista„Lo que se diga es poco. Asombro, estupor, inquietud. Unos me tildaban de loco, otros creían que era una "tontada", un gesto sensacionalista para llamar la atención. Algunos decían a mis padres que era una lástima que su hijo les hubiera nacido as퀄y al decírselo se llevaban el índice a la sien„". Una muestra más de la fuerte presión que ejercía la sociedad mallorquina sobre las consciencias y la libertad personal de sus conciudadanos.

Con el advenimiento de la II República, durante el mes de abril de 1931, Palma eligió por primera vez un alcalde socialista: Llorenç Bisbal. En aquellos momentos, Jaume sintió los efluvios de "el soplo bienhechor de la democracia". "Ahora, al fin, el hombre„afirmaba„dejará de ser polichinela movido al capricho del cacique, para convertirse en ciudadano y moverse al empuje de su sola voluntad". La alegría no cesó en la familia socialista pues, en el mes de junio de ese mismo año, Alexandre Jaume se convirtió en el primer diputado balear socialista elegido para las Cortes, en Madrid. Tras el verano de 1913, Jaume, junto a su familia, se trasladó a la capital española. Allí pudo disponer de la preciada ayuda de su amigo Gabriel Alomar, que le abrió las puertas de la sociedad política y cultural madrileña. Allí conoció a escritores como Unamuno, Azorín, Valle Inclán; o políticos como Indalecio Prieto, Fernando de los Ríos, Largo Caballero o Manuel Azaña, al que llegó a admirar.

Su labor política no pasó desapercibida en Mallorca. Ejerciendo su labor desde las Cortes, consiguió que se trasladase el polvorín de la Bonanova, que se instaurasen vuelos regulares entre Barcelona y Palma, consiguió un aumento en los salarios de los funcionarios isleños, impulsó el asfaltado de carreteras como la de Palma a Alcudia, supo captar subvenciones para los grupos escolares de la ciudad. Aunando fuerzas con su adversario político Antonio Maura, se consiguió iniciar el expediente para que el mercado de la Plaza Mayor se trasladase a la que sería la plaza del Olivar. Consiguió para la ciudad la cesión del glacis de Santa Catalina (Sa Feixina) o el cuartel de caballería€ Ahora bien, su éxito más importante en Madrid fue la cesión del Castillo y el bosque de Bellver al Ayuntamiento de Palma: "¡Y era yo quien había conseguido esa donación, fui yo quien no dejó vivir a Prieto hasta que leyó en la sesión del Congreso el proyecto de Ley, creyendo satisfacer una inspiración legítima de la ciudad!" La cesión oficial tuvo lugar el 8 de noviembre de 1931 en el cual estuvieron presentes el ministro de Economía, Sr. Lluís Nicolau d´Oliver y el alcalde de Palma, Sr. Francesc Villalonga.

Por lo visto, este entusiasmo inicial puesto en la República no duró mucho tiempo. De esta manera confesaba que "todas las ilusiones que ingenuamente habíamos puesto en la República han ido frustrándose una tras otra". El rumbo que estaba tomando la vida política española inquietaba a Jaume, quien llegó a escribir a principios del verano de 1934: "Veo negras nubes cernirse sobre el horizonte político de España". En 1936, encabezó las listas del Frente Popular. En esas elecciones, en Mallorca, la derecha obtuvo una amplia mayoría, lo que no permitió a Jaume obtener el escaño de diputado.

El Alzamiento cogió por sorpresa a Alexandre Jaume en su casa de veraneo en el puerto de Pollença. Una pareja de guardias civiles vinieron a arrestarle mientras tomaba el sol en la terraza de su casa, junto a sus hijos y sobrinos. La persona que había conseguido la cesión del Castillo de Bellver a la ciudadanía, ahora era encarcelada en una de sus torres. Allí vivió totalmente aislado, en condiciones muy duras. Durante su presidio dejó escrito: "Ha sido la misma estirpe que maltrató a George Sand la que un siglo después me ha llevado a mí a la cárcel [€] Vivimos en plena época feudal, en pleno misoneísmo en que las ideas que han arraigado ya en todo el orbe civilizado se consideran aquí perniciosas". Después de estar 152 días incomunicado fue trasladado al Hospital Militar, a la misma habitación donde se encontraba Emili Darder. Allí recibieron la noticia de que el fiscal pedía la pena de muerte para ellos dos y para Antoni Ques y Antoni Mateu. Fueron días aciagos. El 24 de febrero de 1937, temprano, fueron conducidos al cementerio de Palma. Allí se había congregado numeroso público dispuesto a aplaudir los fusilamientos, una muestra, otra más, de esa sociedad cainita e ignorante.

Contemplando la vida ejemplar de Alexandre Jaume uno se pregunta cómo es posible que su retrato no forme parte de la galería de hijas e hijos ilustres de la ciudad y del antiguo reino de Mallorca.

(*) Cronista oficial de Palma

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