La escritora Rosa Planas (Palma, 1957) se encargó de pronunciar ayer un pregón de la Semana Santa crítico con la sociedad actual en el que introdujo muchos elementos para la denuncia y el debate. "No es cristiana la violencia de género en ninguna de sus formas, ya sea la brutalidad física o psicológica, o la que discrimina por sexo, la que no respeta la infancia, la que es cruel con el vulnerable, la que abandona a las personas mayores o apalea los animales", afirmó la filóloga, una de las pocas mujeres que han realizado el manifiesto pascual.

Planas resaltó que la misericordia debe ser uno de los valores que guíe los actos de los cristianos y puso a la Virgen como ejemplo. También planteó una reflexión sobre temas de actualidad, como el "desastre humano que se vive no solo en las fronteras europeas".

"Con misericordia no habría sido posible un Auschwitz ni ninguna de las plagas con que la intransigencia y el fanatismo han herido la humanidad. [...] La misericordia alarga la mano para acoger los refugiados y hace sentir el dolor del otro como si fuera propio", afirmó la pregonera.

Planas, que también explicó sus recuerdos de infancia en la procesión del Jueves Santo, reclamó que la conservación del arte religioso sea una prioridad política.