El centro tiene desde ayer más agentes municipales en la calle debido al inicio de las fiestas de Semana Santa. La Policía Local ha reforzado la seguridad para estos días con 220 efectivos, así como el control a los vendedores ambulantes irregulares, que se prolongará toda la temporada, como afirmó ayer la regidora de Seguridad Ciudadana, Angélica Pastor. Además de la vigilancia especial por la mayor afluencia de visitantes, el dispositivo de Pascua también se encarga de velar por el buen desarrollo de las 26 procesiones previstas este año, dos más que en 2015.

Como novedad, el centro de Palma se ha dividido en cuatro zonas de vigilancia que cuentan en total con 27 agentes cada día con el fin de que haya "mucha presencia física en puntos fijos", en palabras del jefe de la Policía Local, José Antonio Bravo. Lo mismo se ha hecho en la Platja de Palma con el cometido principal de "garantizar el cumplimiento de las ordenanzas municipales y prevenir la venta ambulante, el trile o las claveleras; y asegurar el descanso de los residentes y la tranquilidad de los turistas", tal como enumeró Pastor.

Bravo detalló que durante los primeros días de Semana Santa, hasta el miércoles, se solapará el incremento de visitantes con los últimos días de colegio, por lo que la Policía Local debe compaginar la vigilancia del tráfico en horas punta con el mayor control del centro turístico. Lo hará "con una racionalización del servicio, sin utilizar horas extra, debido a que serán necesarias después", dijo en referencia a que algunos días de procesiones se necesita una gran presencia policial, sobre todo el Jueves Santo, donde hay una veintena de agentes.

Respecto a los recorridos que empezaron ayer y finalizarán con la procesión del Viernes Santo, el responsable policial apeló a la "prudencia de los conductores con la cera" que cae de los cirios de los cofrades y provoca que el pavimento sea más resbaladizo, y pidió "paciencia a los vecinos si se encuentran una calle cerrada, no pueden salir del garaje o hay un desvío de su línea de autobús", según advirtió.

Cambio en los relevos

Otra novedad, además del mayor control del centro, es que este dispositivo de Pascua contará con los denominados "relevos en caliente -en palabras de Bravo-, es decir, un agente no se marcha hasta que no llega otro". Hasta ahora, cuando finalizaban sus turnos, dejaban el lugar donde se encontraban, pero se producía un problema de vacío policial durante un cierto tiempo y los vendedores irregulares lo sabían y aprovechaban, como explicó el máximo responsable.

La regidora del área espera que sea efectivo y ayer afirmó que negociará con los sindicatos de la Policía Local cuando traten la reestructuración prevista para poder hacerlo siempre así, ya que actualmente solo se aplica la citada medida "en momentos puntuales".