La Seu es la primera catedral española que utiliza energía 100% renovable, como destacó ayer el gerente del templo, José Capote, en el acto de entrega de un certificado que acredita su apuesta por el medio ambiente sostenible. El citado documento "garantiza que el consumo de electricidad durante todo 2015 procedió de energías renovables, que no generan nada de CO2 en la atmósfera y emiten lo mínimo de la huella de carbono", según las palabras del responsable en cuanto a la procedencia tanto de la iluminación como del aire acondicionado utilizados en la Catedral, es decir, "de fuentes limpias, no fósiles".

La compañía de origen suizo Axpo, contratada por el cabildo de la Seu para abastecerse de energía, entregó el certificado y su responsable de comercialización, Víctor Ruiz, incidió en que "este edificio tan representativo ha apostado mucho por la eficiencia y el control energético", lo que se suma al suministro por parte de la multinacional de la llamada "energía verde". Axpo acreditó ayer que "ha sido certificada por la CNMC (Comisión Nacional del Mercado de la Competencia) como energía Clase A proveniente de fuentes de energía 100% renovables, contribuyendo de este modo a la protección del medio ambiente y la lucha contra el cambio climático".

El diploma fue recogido por el deán del cabildo catedralicio, Joan Bauzà, quien recordó que el Papa Francisco I ha publicado una encíclica, Laudato Si, donde expresa su preocupación sobre los problemas que sufre el medio ambiente y las consecuencias del cambio climático. El deán instó a "cuidar la naturaleza, así como a respetar la creación", en palabras de quien se queda con "el color verde en la Iglesia como la virtud de la esperanza".

Los responsables eclesiásticos aseguraron que continuarán con la misma política de gestión de la energía, una apuesta sostenible que comenzaron hace años y por la que obtuvieron en octubre de 2010 la certificación ISO 16001 de AENOR debido a que cuenta con una iluminación interior que funciona mediante un sistema que reduce un 32% el consumo energético y la emisión de gases de efecto invernadero, tal como explicó el gerente en su día y lo recordó ayer.

Las medidas adoptadas para lograr el citado objetivo fueron la sustitución de las lámparas por otras de bajo consumo, la modernización de la infraestructura eléctrica con fibra óptica y la instalación de interruptores en los que se pueden programar los horarios, sensores de presencia en la sacristía y el museo, y focos led en las columnas de la Seu.