"Mientras no haya mujeres que dirijan, decidan o sirvan de modelo dentro del deporte no habrá igualdad de oportunidades para las mujeres". Es parte de la Declaración de Brighton de 1994, apoyada por el Comité Olímpico Internacional. Ayer fue leído por dos deportistas de élite mallorquinas, Esther Morales y Marta Lliteras, además de Sergio Rodríguez, director general de Deportes en Cort y Susanna Moll, concejala de esta área. El alcalde José Hila aplaudía. Abajo, la otra gran deportista mallorquina, Lorena Homar, escuchaba. Ella, junto a Morales y Lliteras, fueron madrinas de la Carrera Popular Palmadona, uno de los actos centrales del programa de apoyo a la mujer con motivo de la celebración mañana del Día Internacional de la Mujer, que tuvo lugar en el parque de sa Riera. La carrera discurrió por la calle Jesús, Montevideo y vuelta a la cuña verde.

Más de dos mil personas, 2.200 inscritos oficialmente, de las que 1.500 fueron mujeres y 600, hombres, quisieron apuntarse a esta iniciativa no competitiva. Fueron cinco kilómetros y medio de pasos dados "por una causa justa", indicó Jorge Endrinas. Él como la mayoría de personas sabía que ayer se corría por criticar la discriminación, o el trato desigual, de la mujer en el mundo del deporte. "Los estados y gobiernos deben esforzarse en asegurarse de que las instituciones y organizaciones a cargo del deporte respeten las disposiciones de la Carta de las Naciones Unidas, de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y de la Convención de las Naciones Unidas sobre la eliminación de todas las maneras de discriminación contra las mujeres", tiene como objetivo la Declaración de Brighton.

"Yo creo que el mundo del deporte es cada vez menos machista. Con los resultados que estamos consiguiendo las mujeres deportistas tanto profesionales como aficionadas, se está consiguiendo hacer más visible a la mujer", apuntó una sonriente Lorena Homar, que no dudó en apuntarse a la carrera con su silla. La ex nadadora paralímpica se situó en primera línea de la salida, junto a Marta Lliteras, campeona de Europa de Rugby en 2010, y actualmente seleccionadora del equipo balear de rugby, y Esther Morales, campeona de natación.

Homenaje

Un grupo de amigos de María Barros, una auxiliar de enfermería en Son Llàtzer y locutora del 061 que está en la UCI con traumatismo tras un reciente accidente, "y que está luchando", se apuntaron a la carrera "para dedicársela, porque ella es una mujer muy luchadora", señaló uno de los amigos. Todos vestían camiseta blanca con el nombre de la amiga impreso en color morado.

Un lazo en movimiento, el frente contra el cáncer de mama, que dirige Linda Breevaart, se apuntó a esta iniciativa. Probablemente fueron el grupo más numeroso, 123 personas, entre mujeres que ya han superado la enfermedad o incluso algunas que quisieron correr pese a estar en tratamiento con quimioterapia. "El deporte es muy terapéutico en la recuperación del cáncer", indicó Linda. La 'mancha' rosa puso color a una carrera que tuvo que afrontar el nubarrón que se les vino encima nada más arrancar. Muchas de ellas, además, quisieron hacerse un dibujo en la cara. Le regalaron un lazo rosa al alcalde José Hila.

No importó. Los ánimos eran óptimos. "Somos ciclistas, pero ya hemos participado en otras carreras como la de San Silvestre, pero esta nos parece especialmente emotiva porque apoyamos incondicionalmente a que se favorezca la igualdad de la mujer", expresaron Rosa Vandrell, Laura Gallego, Rosa López y Miquel Palmer.

Otros hombres como Miquel se apuntaron a este circuito como Javier Santamaría, un corredor habitual, "no profesional", matizó, que aprovechó para apuntar a su mujer, Luisa Cortés, a esta modalidad deportiva. "Creo que ideas como éstas ayudan a fomentar la igualdad", expresó.

De manera parecida señaló Jorge Endrinas su regreso a la pista. "Lo dejé porque fui padre y ahora he vuelto. Llevo dos meses corriendo. Me he apuntado porque me parece estupendo correr por una causa como los derechos de las mujeres. ¡Es su día!"