La Policía Local de Palma ha reforzado la seguridad en los controles de entrada del cuartel de Sant Ferran, con la intención de evitar el acceso de posibles intrusos. Tanto los agentes como el personal laboral deberá identificarse en los puestos de vigilancia al entrar y salir. Estas medidas se toman después de diversos incidentes, en los que se ha detectado la presencia del cuartel de algunos agentes que tenían la entrada prohibida por orden judicial por su presunta implicación en la trama de corrupción investigada en la "operación Sancus" y las denuncias de desaparición de determinados documentos que podrían tener relación con la causa.

Las nuevas medidas seguridas se han puesto en marcha esta semana. A partir de ahora, tanto los agentes de Policía como el personal laboral y los visitantes externos tienen la obligación de identificarse en los puestos de control que existen en los accesos al cuartel. Este registro se realizará tanto a la entrada como a la salida.

Hasta ahora, los agentes tenían la posibilidad de acceder al interior del cuartel a través del garaje, de manera que no quedaba constancia de su entrada. A partir de ahora, todos los policías, cuando entren por cualquiera de las puertas del recinto, quedarán registrados.

De igual manera, los visitantes hasta ahora se tenían que identificar cuando entraban en el cuartel, pero en muchos casos podían circular libremente por el interior del cuartel hasta alcanzar el despacho al que se dirigían. Con las nuevas directrices, estos visitantes deben esperar en la puerta hasta que el agente con el que se van a entrevistar va a recogerles y les acompaña hasta el despacho.

Estas nuevas normas se han impuesto después de que se hayan registrado diversos incidentes durante los meses que se ha prolongado la investigación de la presunta trama de corrupción detectada en el cuerpo.

El juzgado dictó órdenes que prohibían acercarse al cuartel a varios de los agentes detenidos, pero al menos uno de ellos la habría quebrantado y se habría presentado en el recinto. Este incidente se vinculó con la desparición de unos documentos que podrían tener relación con la trama. La medida se relaciona también con las amenazas sufridas por agentes y responsables de la Policía.