El Ayuntamiento de Palma ha impuesto una media de una multa al día a ciudadanos y empresas que han depositado trastos en la vía pública incumpliendo la ordenanza de limpieza y la normativa de la nueva recogida de voluminosos puesta en funcionamiento por Emaya.

Por su parte, el alcalde, José Hila, apeló a la "colaboración público privada con el fin de conseguir que la ciudad esté más limpia". De ahí la importancia que, a su juicio, tiene la iniciativa de la asociación ASIMA, que aglutina a los empresarios de los polígonos industriales de Son Castelló y Can Valero, que han denunciado a lo largo de este último mes y medio las conductas incívicas y los vertidos producidos en sus zonas.

El presidente de ASIMA, Francesc Martorell calificó de positiva la colaboración mantenida con Emaya con el fin de conseguir unos polígonos más limpios. Anunció que esta colaboración se va a estrechar en los próximos meses puesto que dispondrán de una aplicación específica para quejas, que estará a disposición de sus asociados. Recordó que hasta el momento se han tramitado más de 200 quejas y que unos 20 infractores han sido pillados "in fraganti".

Esta colaboración, junto el trabajo que han desarrollado los quince controladores medioambientales de Emaya y los agentes de la Policía Local han permitido que, en un mes y medio, el Ayuntamiento haya tramitado 45 denuncias relacionadas con el servicio de recogida de trastos. Las sanciones se imponen según lo establecido en la ordenanza municipal de limpieza.

La teniente de alcalde de Ecología, Bienestar Animal y presidenta de Emaya, Neus Truyol, explicó que 11 de estas 45 denuncias han sido impuestas a empresas.

En la mayoría de los casos las sanciones se han tramitado por el abandono de trastos en días y horas diferentes a los establecidos para la recogida. En este sentido, Truyol recordó que los voluminosos se pueden dejar en la calle entre las 20,00 y las 22,00 horas el día de la semana que corresponde a cada barrio. Otro grupo importante de sanciones se han dado por abandonar en la calle objetos o materiales que no se recogen con este servicio, como son los electrodomésticos y cualquier aparato eléctrico; escombros, sanitarios y cualquier otro residuo procedente de obras y reformas; los residuos especiales como fluorescentes, pinturas o baterías y papal, cartón, restos de poda y otros que se recogen con los contenedores existentes.

Un total de 29 denuncias han sido impuestas por el abandono de trastos en días y horas no indicados. Según Truyol, en estos casos las sanciones impuestas son consideradas leves y su cuantía oscila entre los 60 y 90 euros, ya que la mayoría de los infractores han colaborado con la administración y han retirado los trastos abandonados en la vía pública, exceptuando un caso, al que se elevó la cuantía de la multa hasta los 200 euros.

También se han denunciado cinco casos de abandono de restos de demolición y sanitarios y 8 de frigoríficos, televisores o calentadores.

En otros tres casos se ha denunciado el abandono de residuos peligrosos, como cartuchos de toner, neumáticos y residuos de un taller de automóviles.

Uno de los casos denunciados más destacados ha consistido en el abandono por parte de una empresa de construcción que estaba realizando obras de reforma en un establecimiento turístico de 88 aparatos de aire acondicionado. En este caso la sanción impuesta ha sido la máxima que permite la actual ordenanza: 300 euros.

La mayoría de las multas que se han impuesto a particulares. En general, se trata de pequeñas infracciones por el abandono de uno o pocos objetos.