Doce agentes de la Policía Local de Palma, destinados a la Unidad de Intervención Inmediata (UII) se dieron de baja laboral, por motivos médicos, durante el pasado fin de semana, ante la posibilidad de que se produzcan nuevas detenciones.

Esta claro que la investigación que impulsa el juez Penalva y el fiscal Subirán se centra en estos momentos en agentes que pertenecen a esta unidad policial. Uno de sus integrantes está ahora en prisión, acusado de participar en las redadas que se realizaban en los locales que no estaban dispuestos a pagar las "mordidas".

El pasado viernes se detuvo también a dos integrantes de esta unidad, que después quedaron en libertad con cargos. El Ico dijo que estos dos policías le habían exigido dinero, después de acompañarle una noche a tomar copas en un conocido bar de Palma y después a un popular prostíbulo de la ciudad.

Según el hijo de La Paca, uno de ellos le confesó que tenía problemas con el juego y que por ello le costaba llegar a final de mes. Por este motivo, según el testigo, junto a su compañero le habría extorsionado, exigiéndole dinero, a cambio de no realizar ninguna inspección en su local.

Los investigadores sospechan que otros agentes de esta misma unidad también se habrían dedicado, presuntamente, a cometer las mismas fechorías, no solo en el local de El Ico, sino también en otros negocios.

El pasado viernes, debido a la detención de estos dos policías y a la citación de otros tres agentes que ya estaban imputados (que esa misma noche terminaron en prisión), se decidió reforzar la seguridad del juzgado. Varios agentes de la UPR de la Policía Nacional estuvieron en el juzgado para evitar algún incidente, dado que algunos compañeros de los agentes arrestados se concentraron en las puertas del edificio. No hubo que lamentar ningún incidente. Sin embargo, varios funcionarios fueron identificados por los policías.