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Palma a la vista

De las leyes a los pucheros

Deborah Piña Zitrone y Luis Matas Van Bockel, al timón de Lonja 18.

Dos "abogados reciclados a la gastronomía", así se presentan Deborah Piña Zitrone y Luis Matas Van Bockel, desde el puente de mando de Lonja 18, una "cocina abierta" a talleres, experiencias gastronómicas y otros servicios culinarios. Ya no basta con satisfacer el apetito. El cliente del siglo XXI busca otros alicientes.

Nadie debe hacer cola ni hacer reserva. No es un restaurante. Es un 'apeadero' donde cualquier experiencia gastronómica puede tener lugar, a puerta cerrada siempre y eso sí, bajo petición a través de su web. Aquí hay intercambio de roles. El cocinero puede pasarle la sartén a uno de los comensales si este quiere ponerse el mandil. Un plato a varias manos, sí, pero con precisión de alta cocina.

Luis es el especialista en gastronomía. Deborah admite no ser "chef profesional". Él cerró el restaurante Olivia, que abrió frente a la iglesia de Santa Cruz, junto a su mujer Amaia Arteta. La llegada de su primer hijo fue determinante para echar el cerrojo a un pequeño local que en poco tiempo se hizo un hueco en Palma.

"Empecé a ser cocinero en retiros de yoga. Me fui metiendo en otro tipo de alimentación, hice cursos, y junto a Deborah le dimos vueltas a abrir nuestro local. Vimos ejemplos en Barcelona, y al ver que en Palma no hay nada así, nos decidimos", cuenta él.

Entre ambos Babel es más sencillo porque ella es hija de francesa y él, de madre belga. Por descontado el inglés es su segunda lengua. "Pero no es solo un lugar para extranjeros, aunque claro está, algunos de los talleres como el de paella y tapas sabemos que van a gustar más a los extranjeros", señala Deborah. Se refiere al paella party, en la que se cocina el tradicional arroz en un ambiente festivo que busca para quien lo solicita una comida más informal...

No dudan, si el cliente lo pide, en "ser cocineros ambulantes". Cada vez es más frecuente, incluso en bodas, solicitar la presencia del chef en lugar de encargar el convite a un restaurante.

Hace poco que se han estrenado, aunque la idea llevaba tiempo madurándose. Un antiguo café de este antiguo barrio de pescadores, y hoy centro neurálgico del turismo de ciudad, ha sido reformado bajo la premisa de buscar lo esencial. Entre los tonos cálidos de la piedra, la luz indirecta. Destacan los rojos y amarillos de los utensilios de Le Creusset.

En Lonja 18 podrá oler a especies, a la mezcla de los aromas peruanos, mexicanos y asiáticos. Ellos se mueven entre las recetas de la abuela y las extraídas de diversas partes del mundo. A ambos les encanta viajar.

"Para mí la cocina es emoción y deseo de compartir. Es un poco cursi (risas) pero yo lo entiendo como un acto de amor, contar una historia", dice Deborah. Luis asegura que "soy cada vez más egoísta. Cocinar me hace entrar en trance".

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