Los hoteleros de la Platja de Palma solicitan algún tipo de incentivo para adaptar sus instalaciones en caso de que Emaya implante la recogida puerta a puerta para los establecimientos turísticos. La propuesta parte de una auditoría interna de servicios que ha realizado Emaya y que ayer presentó la regidora de Medio Ambiente y presidenta de Emaya, Neus Truyol (Més). La idea de la empresa pública es expandir la recogida puerta a puerta que ahora se realiza con el cartón en los comercios del centro de la ciudad a los hoteles de la principal zona turística del municipio.

Desde hace casi una década una treintena de hoteles ya participa en la recogida selectiva de Emaya puerta a puerta. Los establecimientos tuvieron que crear una sala para almacenar los residuos hasta que Emaya los pasa a recoger. "Esos treinta hoteles que se preocupan de seleccionar los residuos ya llegaron a un acuerdo con Emaya hace siete u ocho años a cambio de que Emaya les bonifique las tarifas de recogida de basuras, pero la bonificación solo se cumplió el primer año", explicó ayer el presidente de la Asociación Hotelera de la Platja de Palma, Francisco Marín.

Emaya ha detectado que otros sesenta hoteles más podrían participar en este tipo de recogida porque tiene las características adecuadas para habilitar una sala donde guardar los contenedores de recogida selectiva. La intención de Emaya, según explicó ayer Truyol, es que este verano ya participen en el nuevo sistema. Pero Marín lo ve con mayor escepticismo por las "dificultades" que pone el área de Urbanismo para hacer las obras de adaptación de las instalaciones. "Se necesita un espacio con un mínimo de metros cuadrados, de fácil acceso, bien ventilado y con otros requisitos", agregó el presidente de la patronal hotelera.

Truyol defendió la propuesta debido a que Palma tiene unos porcentajes muy bajos de basura reciclada. "Los grandes generadores de residuos tienen que hacer recogida selectiva", señaló la edila.

La auditoría encargada por Emaya la ha realizado la empresa consultora Lavola y ha costado 36.800 euros. Además de recomendar la implantación de la recogida puerta a puerta para comercios, hoteles y restaurantes, también realiza otras propuestas para que la empresa pública mejore sus servicios. Estas son las principales conclusiones del informe:

Limpieza de calles: Reducir los barrenderos en el centro y enviarlos a los barrios

El estudio afirma que la ratio de papeleras y de operarios de limpieza es adecuada para la proporción de habitantes, pero hace falta mejorar distribución por barrios. "Hay calles en las que cada día se limpia con agua y otras donde no se limpia con ese sistema en todo el año", explicó Truyol. Entre las calles privilegiadas, están las del centro histórico y las zonas de ocio nocturno. Las vías por las que nunca se limpia con agua a presión son, por ejemplo, las calles secundarias del Eixample y el extrarradio. También plantean que existe un déficit en la limpieza de hierbas de las aceras, por lo que un grupo de trabajadores se dedicará a esta tarea de forma permanente.

Recogida de residuos: Instalar un quinto contenedor para la materia orgánica

En Palma hay contenedores para papel, envases, vidrio y rechazo. A diferencia de muchos otros municipios, no se separa la fracción orgánica (restos de comida, cáscaras de frutos secos, corcho, poses de café?). Emaya quiere que en todos los puntos de recogida se instalen los cinco tipos de contenedores para facilitar la recogida selectiva. El quinto contenedor llegaría a finales de 2017, fecha en la que la empresa pública prevé sustituir de golpe todos los contenedores de la ciudad para unificarlos.

Otra idea para incentivar el reciclaje es premiar a los ciudadanos que usen más los contenedores de recogida selectiva. Esta propuesta todavía se está perfilando. La idea inicial consiste en utilizar la tarjeta ciudadana para identificar a los vecinos cuando vayan a tirar la basura.

También prevén destinar más efectivos a la recogida de basuras en horario nocturno, ya que, al no haber casi tráfico, a los operarios les cunde más el trabajo y pueden vaciar más contenedores durante su jornada laboral.

Puntos verdes: Crear puntos verdes móviles para evitar ir a Son Castelló

Es otra de las propuestas novedosas de la auditoría. Palma solo tiene dos puntos verdes (el de Son Castelló y que fue inaugurado hace unos meses en Sant Jordi). Para facilitar a los vecinos que tiren toda clase de residuos, la idea es crear una red de puntos verdes móviles. Cinco vehículos se distribuirían cada día por la ciudad para dar servicio a la mayoría de barrios de Palma. También colocarían trabajadores de Emaya con dificultades para realizar esfuerzos físicos en los puntos verdes fijos para que puedan dar información a la ciudadanía que acuda a lanzar sus residuos.

Taller de maquinaria: 'Jubilar' los vehículos con más de diez años de antigüedad

Emaya tiene muchos tipos distintos de contenedores y, en consecuencia, necesita muchas clases de vehículos para recoger la basura. La unificación de los contenedores prevista para 2017 también implicará la compra de nuevos vehículos de recogida de basura para jubilar los camiones, muchos de los cuales tienen diez años de antigüedad. Algunos llegan a los veinte años de servicio. También se contratará a un jefe de talleres, una plaza que ya existía pero que en los últimos años estaba vacía.

Controladores: Crean un grupo de información y otro para las sanciones

Emaya tiene quince controladores ambientales, una cifra que el informe considera adecuada para una ciudad de 430.000 habitantes. La auditoría externa propone dividir a esos trabajadores en dos grupos: uno centrado en la educación medioambiental para la ciudadanía y otro para la vigilancia y las sanciones para quienes incumplan la normas relativas a residuos.