Tres nuevos policías locales de Palma ingresaron ayer en la cárcel por su presunta implicación en la trama corrupta que está investigando el juez y la fiscalía Anticorrupción. Un cuarto policía también fue detenido por su relación con el escándalo. De los tres policías encarcelados, uno de ellos ya había estado en prisión por este caso y había quedado en libertad hace tres semanas.

Se trata de Jaime G., que es representante sindical y fue encarcelado por un presunto delito de amenazas cometidas sobre El Ico, el hijo menor de La Paca, que ha denunciado que ha sido víctima de una extorsión cometida por varios policías y que en estos momentos es uno de los testigos protegidos de la trama. El joven, que también está en prisión por otros hechos, mantuvo ayer un careo con tres de los agentes. Se enfrentó a Jaime G. y después a los otros dos. A uno le acusa de haberle exigido dinero para evitar inspecciones en su local.

Al policía sindicalista no se le implica directamente en la trama de extorsión, sino que se le acusa de haber protegido a varios de sus compañeros amenazando a testigos. Al parecer, hay nuevas pruebas que demostrarían que estas amenazas a testigos no han cesado y algunas de ellas apuntarían a Jaime G. Por ello, el juez volvió a enviarle ayer a prisión.

Otro de los agentes, J.A.M.G., que pertenece a la unidad de Intervención Inmediata (UII), ya había declarado hace unos días, pero quedó en libertad. Había sido identificado como uno de los agentes que acudía a las redadas que organizaba la Patrulla Verde supuestamente para extorsionar a los empresarios. Afirmó que iba de acompañante, sin poder para sancionar, y negó su participación en la trama de extorsión. Sin embargo, desde que quedó en libertad hasta ayer, el juzgado ha ido recopilando nuevos testimonios que desmienten la versión del policía, en el sentido de que sí habría tenido una intervención mucho más activa en estas actuaciones policiales.

También mantuvo un enfrentamiento con El Ico. Ni el policía sindicalista ni su compañero de la UII habían sido detenidos. Ayer por la mañana, el juez Manuel Penalva, que dirige la investigación junto al fiscal Miguel Ángel Subirán, les había citado para que mantuvieran este enfrentamiento cara a cara con El Ico, el testigo protegido.

Quien sí pasó la noche en los calabozos antes de declarar ayer ante el juez fue el agente J.V.C., que pertenece a la unidad de Policía de Barrio. Su destino es el Coll de'n Rabassa. También mantuvo ayer un enfrentamiento con El Ico, que le acusa de haberle pagado un soborno de 12.000 euros a cambio de que no se realizaran inspecciones en el local de su negocio. Según el joven, una noche estuvo tomando copas con este policía en varios locales. En ese momento, según el testigo, le habría exigido el soborno. El Ico asegura que le pagó este dinero.

El Ico se sometió a un careo con los policías implicados. M. M.

Esta acusación fue negada por el policía. Reconoció que, en efecto, estuvo de copas con el testigo, pero desmintió que le hubiera exigido este dinero y mucho menos que le hubiera pagado. El juez dio más credibilidad a la versión del testigo que al policía, que fue enviado a la cárcel.

A última hora de la mañana, y también por orden del juez Penalva, se procedió a la detención de un cuarto policía local. Se trata de J.M., que pertenece a la unidad nocturna. Los motivos de su arresto no han trascendido, debido a que el caso continúa bajo secreto de sumario.

Con estos tres nuevos ingresos, en estos momentos son 11 los policías locales de Palma que están encarcelados por su presunta relación con la trama, pero hay muchos más implicados. Esta semana dos de los policías presos debido a los episodios de amenazas que se han producido, han sido trasladados a otros centros de la Península, en concreto a cárceles de Castellón y de Madrid. La semana que viene está previsto también el traslado de otros tres agentes locales a otros centros penitenciarios del Estado.