Ya hay acuerdo entre el Govern balear y el Ayuntamiento de Palma sobre el modelo de gestión del Palacio de Congresos y del hotel anexo. El consejo de administración de la sociedad pública Palau de Congressos, promotora del futuro centro de convenciones de Palma, aprobará en la reunión convocada para mañana, jueves, la gestión privada del complejo, en contra de la opinión del ya exgerente Josep Sintes, que se decantaba por una explotación pública del recinto mediante la contratación de una empresa especializada en la organización de congresos y eventos.
Según ha podido saber Diario de Mallorca, no hay fisuras en el Govern y el Ayuntamiento de Palma en relación a esta decisión. Se ha llegado a la conclusión de que es mejor una gestión estrictamente privada del complejo precisamente utilizando los datos que el exgerente aportó en su informe de viabilidad, que en su momento fue considerado incompleto porque no exploraba todas las opciones posibles en cuanto a la futura explotación del recinto.
En él se establecía que el complejo congresual y hotelero es económicamente viable tanto si se contempla un escenario pesimista en cuanto al número de visitantes anuales que reciba, como si éste es moderado u optimista. Pero para ello es necesario que el explotador realice una inversión inicial para poner el complejo en funcionamiento cuya cuantía se sitúa entre los 15 y 20 millones, según las fuentes consultadas.
En concreto, tal como se indica en este estudio, una vez entregadas las obras, cuyo coste ha rondado los 110 millones, para poner en funcionamiento el complejo se necesitan 3 millones más de equipamientos, otros 2,5 millones en concepto de inversiones extraordinarias para la renovación de las instalaciones en los 10 próximos años, 500.000 euros anuales para gastos de personal más otros no evaluables como el alquiler de equipos, limpieza y montaje y desmontaje de exposiciones, y otros 750.000 euros para gastos operativos fijos y otros variables, entre otros gastos. Precisamente la necesidad de esta inversión inicial ha pesado a la hora de que los responsables de la Administración se decanten por la gestión privada del complejo.
En efecto, tanto en el Ayuntamiento de Palma como en el Govern consideran que en estos momentos existen prioridades y urgencias sociales que atender con fondos públicos más acuciantes, que poner más dinero en una infraestructura, cuyas obras ya han costado a la ciudadanía 110 millones, sin contar los 20 del proyecto y la dirección de obras, más otros gastos y el solar. Por ello consideran que es mejor la opción de convocar un nuevo concurso para que explote el recinto una o varias empresas privadas y que la Administración obtenga las rentas de toda la infraestructura.
En la reunión del jueves no se aprobará aún el pliego de condiciones del nuevo concurso -ya será el sexto-, aunque se sabe que la gestión se dará por un periodo de 12 años en lugar de los 40 que habían sido contemplados en las sucesivas convocatorias fallidas.
Con ello se pretende que la Administración, que continuará siendo la propietaria tanto del hotel como del Palacio, pueda decidir si continúa o no con el modelo propuesto ahora o si, por el contrario, se opta por cambiarlo al término de la concesión.
En estos momentos aún no esta decidido si se licitará conjuntamente el Palacio y el hotel, o se optará porque se puedan presentar ofertas diferentes para cada una de las cuatro piezas del complejo (incluyendo también el estacionamiento y la cafetería). En cualquier caso, lo que si está claro es que el hotel no se pondrá a la venta ni se contemplará la opción del compra como se hacía en el último concurso.
