­La prohibición de estacionar en el mirador de la Seu se hizo efectiva ayer con protestas vecinales. Un grupo de unos 20 vecinos se concentraron a primera hora de la mañana ante la sede del Parlament en la calle Palau Reial con el fin de protestar por el mantenimiento de los estacionamientos reservados para coches oficiales. Los congregados querían impedir que un vehículo del Govern aparcara en el reservado para coches oficiales del Parlamet alegando que se trata de un espacio en el que solo pueden estacionar vehículos de la Clamara autonómica.

En señal de protesta por la medida decretada por el Ayuntamiento de Palma varios patios cerraron sus puertas o colocaron telas con el fin de que no se puedan contemplar desde el exterior por los ciudadanos. Asimismo, varios edificios lucían crespones negros.

Mientras tanto, el mirador de la Catedral permaneció libre de vehículos en aplicación de la prohibición municipal. El concejal de Movilidad, Joan Ferrer, manifestó que Cort ha dado alternativas a los vecinos y, además de incrementar la vigilancia, va a instalar cámaras.