Gracias a la construcción de la Catedral en el lugar ocupado por la mezquita de Madina Mayurqa, mañana se producirá de nuevo el efecto lumínico conocido como el Vuit de la Seu, en el que la luz que entra por el rosetón mayor se refleja debajo del rosetón de la fachada principal, por lo que se forma un ocho. Ocurre siempre el día de la Candelaria (el 2 del 2) y el de San Martín (el 11 del 11), aunque la Sociedad Balear de Matemáticas lo dio a conocer en 2007, cuando acudieron a verlo una veintena de personas. Estos años ha tenido tanto éxito que el pasado noviembre los asistentes fueron milesy en la Catedral no cabía un alfiler.
El espectáculo demostró de nuevo su tirón el viernes en el Club DIARIO de MALLORCA, ya que se llenó para escuchar la conferencia ‘El Vuit de la Seu en la investigación de los orígenes arquitectónicos de la Catedral a partir de un fenómeno contemporáneo’, a cargo del historiador del Arte Antoni Pons. Tras una amena introducción, en la que auguró que el efecto lumínico “servirá para desestacionalizar la temporada turística”, se basó en su tesis -con la que obtuvo la nota cum laude- para demostrar que “la antigua mezquita bajo la Seu no está orientada hacia la Meca, sino hacia el orto del sol, y se aprovechó esa ubicación para construir encima la Catedral, porque los cristianos eran muy prácticos y así se solía hacer en la Edad Media”.
Por tanto, el espectáculo de mañana “es totalmente fortuito. Cuando comenzaron a edificar el templo, no podían saber que se produciría este efecto. Además, los vidrios del rosetón mayor no son medievales, sino posteriores, ya que los primeros se rompieron y tenían menos luminosidad”. Aunque Pons reconoce que la numerología “tiene mucho tirón y al cristianismo le encanta (el díptico del Vuit de la Seu habla del Octavo Día, la eternidad, el cielo)”, el conferenciante quita importancia a la afición, porque “no sirve en arquitectura”.
En cambio, la orientación de un edificio es básica, por lo que la dirección de la mezquita hacia el nacimiento del sol produce “otro efecto lumínico en la Seu que sí es importante: cuando en el equinocio de invierno, el 21 de diciembre, la luz que penetra por el rosetón mayor sale por el interior del rosetón menor”. Este espectáculo se puede ver desde el Baluard de Sant Pere y cada año cuenta con más asistentes, por lo que el historiador presiente que acabará siendo tan exitoso como el Ocho de la Seu.
Su tesis se titula ‘La consueta de aniversarios de la Catedral de Mallorca y la documentación funeraria como fuente para la historia de la arquitectura medieval’, “ni más ni menos”, bromea el autor. “En la Seu hay más de 10.000 personas enterradas y la consueta es un códice donde se apuntaban todos los pagos que se realizaban para celebrar misas de difuntos. Mirándolo así, es un tostón de libro”, como reconoce Pons, pero la consueta del siglo XIV que investigó le sirvió para saber “en qué sitio exacto estaban enterradas las alrededor de 1.300 personas de esa época, ya que las misas se hacían junto a la tumba”, según indica sobre el minucioso trabajo que llevó a cabo durante cuatro años.
El objetivo del rompecabezas, que resolvió con la paciencia de un santo, era “ir hacia atrás en el tiempo, a la época islámica, ya que nadie había profundizado en la ubicación de la mezquita. Solo existían los libros de obra de la Catedral, que era el registro de todo lo que ocurría mientras se iba construyendo el templo. Sin embargo, han desaparecido los libros de los primeros 40 años, por lo que he investigado ese periodo histórico desgranando la consueta con el fin que buscaba”, en palabras del experto.
La tesis desmonta la teoría de que la mezquita miraba hacia la Meca -“en el siglo XII no tenían medios para saber dónde estaba la Meca, al menos en esta latitud, porque debajo del meridiano pueden guiarse por la estrella Suhail”-, por lo que hicieron la de Medina Mayurqa basándose en las mezquitas norteafricanas, como la de Marrakech. Todas miran hacia el nacimiento del sol en el solsticio de invierno y lo mismo ocurrió aquí. Gracias a ello, el 21 de diciembre se puede disfrutar de un espectáculo con los colores de los impresionantes rosetones y, mañana, admirar el famoso Vuit de la Seu.
