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Infraestructuras

"Retrasar la apertura del Palacio de Congresos es un signo de pésima gestión"

El arquitecto del recinto congresual, Patxi Mangado, califica la situación, "que ya viene de lejos", de "poco afortunada"

Patxi Mangado se siente como "un convidado de piedra". "Estoy resignado", dice tras conocer el nuevo parón. B. Ramon

El arquitecto del Palacio de Congresos, Patxi Mangado, se entera por la prensa de las últimas noticias del edificio de sus desvelos. No sabía nada del recurso contencioso administrativo interpuesto por el grupo Barceló ni de la convocatoria de un nuevo concurso para elegir la empresa que lo gestione. "Esto que ha ocurrido en Palma no me ha pasado en la vida", afirma perplejo el arquitecto. Remata con un contundente: "Lo de Barceló es una vergüenza".

"¿Por qué nadie le pidió una indemnización cuando se fue? Si le parecía caro y quería rebajar el precio, se tendrían que haber reducido también los años de concesión", señala con evidente lógica el autor del edificio que le está saliendo más caro a las arcas públicas de Balears.

En pleno festejo del santo de la ciudad, el grupo hotelero Barceló le hizo un regalo al Consistorio: un contencioso administrativo contra la sociedad pública Palau de Congressos S.A., participada al 50 por ciento por el Ayuntamiento y el Govern balear, tal y como desveló en exclusiva este diario. "No queremos compensaciones, queremos el Palacio", aclararon dos días después. Son tajantes: "Queremos lo que ganamos en el concurso". La traducción de este nuevo bombazo hacia un edificio que se empezó a construir ya hace ocho años y que ha supuesto a las arcas públicas un coste de 130 millones es un paso atrás.

"El edificio estará acabado en febrero. Retrasar su apertura es un signo de pésima gestión. Cuando se hizo el Baluarte de Pamplona, antes de empezar las obras ya había un equipo, un gerente y un grupo que se iba a encargar del mantenimiento. En el Palacio de Congresos de Palma no ocurre. Es inaudito. El día que entre alguien no va a saber cómo funciona", tal como advierte el experto, que también es el autor del recinto congresual de la capital navarra.

Incide en que "hace falta un equipo de mantenimiento, que ahora sí existe mientras duren los acabados de la obra, pero una vez concluida, se van a ir. Tiene que haber un equipo de ingenieros o peritos que lo mantengan. No hay que inventar la pólvora, hay muchos palacios de congresos en el mundo y lo que éstos necesitan es un equipo que los mantengan y un gerente que sepa venderlos", en palabras del reconocido arquitecto.

Otro cambio en el tablero

Previa a la demanda del empresario hotelero, otro susto en el Palacio fue la destitución del gerente, Josep Sintes, "por motivos personales", un lavado de cara a la realidad: el enfrentamiento entre el doctor en Economía y la regidora de Turismo y a la sazón presidenta de la sociedad Palau de Congressos S.A., Joana Adrover. La discrepancia en su diferente criterio sobre el modelo de gestión, público (Sintes) y privado (Adrover). La gota que colmó el vaso parece ser que fue cómo se gestionó el último plante de la empresa adjudicataria de las obras, Acciona, (solo en 2015 hubo cinco cambios de fecha de conclusión de las mismas), y su resolución. La regidora socialista era más dura con Acciona que Sintes. Su cabeza ha rodado. Le sucede en el cargo Alfonso Meaurio, el que fuera gerente de la Federación Hotelera de Mallorca y actualmente director general de Turismo y Comercio en Cort. Hará doblete.

Patxi Mangado ironiza. Su agenda de Balears está llena de nombres y tachones. "He pasado por cuatro presidentes autonómicos, otros tantos alcaldes de Palma, cuatro gerentes, ¡no sé ni cuántos consellers de Turismo, porque se daba el caso que iba a ver las obras y hablaba con uno, y unos meses después regresaba a Mallorca y ya había otro! ¡Algún día escribiré un libro!"

Pese a esgrimir un "estoy resignado", el tono de voz de uno de los arquitectos españoles más apreciados es de enojo. "Es un edificio que puede dar la vuelta al mundo... Le he dedicado un diez por ciento de mi vida. En términos económicos es una ruina, ocho años, con un montón de gente trabajando, y viendo esta sucesión de hechos que paralizan su apertura. El edificio está acabado. ¡Ya debería estar funcionando! ¿En serio, se va a volver a retrasar?"

Los hechos así lo demuestran. Las palabras del alcalde no lo desmienten. José Hila se mostró aparentemente tranquilo, al igual que la presidenta del Govern, Francina Armengol, tras conocer el último guante lanzado por el hotelero Barceló. "Pues que vaya a los tribunales", dijo ella; "la Justicia no puede paralizar una ciudad", dijo él. La nueva fecha: antes de final de año se conocerá al nuevo adjudicatario del Palau de Congressos. En los próximos meses se convocará el sexto concurso. Sin embargo, la amenaza del recurso judicial presentado por el empresario que quiere a toda costa la gestión del Palacio vuelve a ser no una piedra en el zapato, una mina. ¿Se presentará Barceló a este nuevo concurso? Continuará. Mangado toma nota para su libro.

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