Las esculturas de Palma tienen una especial querencia a darse a la fuga y desaparecer por un tiempo. La Nancy de Alexander Calder estuvo en paradero casi desconocido durante años. Al parecer, la reparación de uno de los brazos del móvil requería la labor de un cirujano-herrero que no tenía ningún hueco en su agenda para que retornara a s'Hort del Rei con todo su esplendor.
El Foner de Llorenç Rosselló estuvo en ignorado lugar durante un tiempo. Los vándalos y la lentitud de la maquinaria municipal suelen favorecer que las misteriosas ausencias se prolonguen más de lo conveniente. En el caso del guerrero que acompañó a Aníbal en sus guerras contra Roma se perdió hasta el molde de yeso sobre el que se funden las copias en bronce. Otra escultura que anduvo olvidada en un almacén municipal es la Nuredduna de Remigia Caubet. Antes de decidirse a dar la espalda al Palacio de Congresos y concentrar su mirada hacia el mar infinito, el personaje mitológico de Miquel Costa y Llobera fue ninguneado por la autoridad municipal.
La última escultura a la fuga de Palma estaba en un rincón del Parc de la Mar, entre la muralla, el palmeral y el túnel del ferrocarril. Quienes pasan ahora por el lugar, solo ven una semiesfera de ladrillos con una cicatriz en su parte superior. Es la base sobre la que se erguía Gran cercle negre, de Andreu Alfaro. Se trata de una obra en la que unos tubos de aluminio vertical sirven, o mejor servían, de apoyo para que otros horizontales formaran una estructura parabólica-hiperbólica.
La obra del artista valenciano ya fue retirada en los años 90 a causa del deterioro sufrido. Los gamberros solían variar con frecuencia la inclinación de las barras horizontales y rompían la armonía de la curva. Probablemente es una de las mejores esculturas del Parc de la Mar. Ahora anda desaparecida y su pedestal marca el ritmo de la desidia o de la incompetencia municipal. ¿Durante cuanto tiempo seguirá perdido, abandonado, secuestrado, hurtado o despreciado el Gran cercle negre? Se admiten apuestas, pero si quiere ganar juegue al largo plazo.
