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Corrupción en la Policía Local

Nueve policías encarcelados lograron la baja médica el día de su detención

Un mismo facultativo ha firmado el certificado que señala que los agentes implicados en la trama corrupta sufren una enfermedad

Ningún médico externo ha visitado a los policías locales en la cárcel, pero todos ellos han logrado que se ratifiquen sus bajas. b. ramon

Nueve policías locales de Palma, que están o han estado en prisión acusados de formar parte de la trama corrupta, lograron que un médico les firmara la baja laboral el mismo día que fueron detenidos. Y, además, pese a que este facultativo no les ha podido visitar en la cárcel, ha ido firmando los partes de confirmación, lo que permite que la baja se vaya prolongando. Esta situación está siendo investigada ante las sospechas de que se trata de un fraude, dado que es el mismo médico el que firma todas estas bajas.

Los agentes implicados en la trama han sido detenidos en diferentes fechas, a medida que ha ido avanzando la investigación dirigida por el juez Manuel Penalva Manuel Penalva y por el fiscal Miguel Ángel Subirán. Cuando algunos de ellos llevan más de tres meses en la cárcel, ahora se ha descubierto que la mayoría de estos policías siguen en activo, puesto que al estar en situación de baja médica, la administración no puede proceder a su suspensión de empleo y sueldo. Esta medida disciplinaria cautelar no se puede aplicar hasta que el médico firme el alta laboral.

Cuando una persona es detenida está prohibido que un médico de cabecera pueda visitarle y mucho menos en los calabozos. Cuando el detenido está indispuesto, la Policía suele trasladarlo a un hospital público para que reciba ayuda médica. Sin embargo, cuando ya ha pasado a disposición judicial, el único facultativo que tiene acceso al detenido es el médico forense, que no interviene nunca por iniciativa propia, sino únicamente a petición del juez.

Sin embargo, en el caso de estos nueve policías este protocolo de actuación no se ha producido. Todos ellos han presentado certificados de baja, que están fechados, en la mayoría de los casos, el mismo día de su detención o de su ingreso en prisión. Uno de los policías, incluso, logró que el médico firmara este documento el día previo a su arresto, muestra de que sospechaba que un momento u otro iba a ser detenido, posiblemente porque ya le habrían avisado de su implicación en la trama corrupta.

Por si ya fuera sospechoso el logro de esta incapacidad laboral transitoria, sobre todo porque los certificados los firma el mismo médico, mucho más grave es que, además, después ha ratificado esta situación, sin haber visto a los supuestos enfermos, ya que la mayoría de ellos se encuentran en prisión. En la cárcel, donde estos policías locales ocupan un mismo espacio en el módulo de ingresos, solo pueden ser atendidos por el facultativo del propio centro, dado que está prohibido que les visite un médico externo.

Se ha comprobado que este supuesto fraude laboral ha sido generalizado en la casi totalidad de policías implicados en la trama. Solo uno de ellos habría obtenido la baja mucho antes de su detención, ya que fue intervenido quirúrgicamente. Otro de ellos, que quedó hace poco en libertad, nunca pidió dicha baja.

La tramitación de esta incapacidad por razones de salud ha sido una táctica que han venido utilizando la mayoría de los policías que están implicados en el escándalo, no solo los que están en prisión. Este derecho laboral les ha permitido seguir cobrando el mismo sueldo y ha impedido que el Ayuntamiento, tal como anunció, les suspenda de empleo y sueldo.

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