Es preocupante el grado de inseguridad y el descontrol existente en el Ayuntamiento de Palma en todo lo relacionado a la custodia de sus bienes patrimoniales. Tras la evidencia de que el Ayuntamiento carece de un depósito en condiciones para la guarda y custodia de elementos como muebles u obras de arte, ahora se ha añadido un nuevo motivo de preocupación que, en parte, puede explicar el descontrol existente. Lo confesó ayer la concejala de Seguridad Ciudadana, Angélica Pastor. Resulta que hasta ahora no se ha tenido ningún control sobre las llaves de las dependencias municipales. Se desconoce a ciencia cierta cuántas personas las tienen y quiénes. Por el momento, se intenta poner fin a esta situación realizando un inventario de las llaves y centralizando en las dependencias policiales su custodia cuando el edificio en cuestión no está abierto al público. Tanto Pastor como el concejal Miquel Perelló, fueron reacios a aprobar una moción de Ciudadanos por la que el listado de bienes municipales se debería hacer público, precisamente para no dar pistas sobre el paradero de elementos de considerable valor cuya custodia en estos momentos no está garantizada.
Sin rastro de los 27 millones enterrados de la recogida neumática de basuras
Ya no queda rastro de la recogida neumática de basuras en la plaza de Santa Eulàlia. La visión del edificio municipal de la calle Cadena ha quedado despejada con la supresión de los antiestéticos buzones instalados hace poco más de una década con la implantación de un sistema de recogida de basuras ineficiente desde el principio y en el que se enterraron 27 millones públicos. A lo mejor no se deberían quitar todos los buzones y dejar alguno en pie y con una placa explicativa como recuerdo de la ineficiente gestión municipal.
Un reconocimiento para Paul Bouvy
El grupo municipal del PP quiere que el Ayuntamiento reconozca la labor realizada por el ingeniero holandés Paul Bouvy (1807-1867), artífice de la desecación y el saneamiento del Prat de Sant Jordi. Bouvy tiene dedicada una calle en Sant Jordi y, tal como reveló el concejal de Cultura, Miquel Perelló, fue nombrado hijo ilustre de la ciudad en una acuerdo plenario que data de 1895, aunque nunca se le hizo el retrato oficial. El concejal conservador Josep Ignasi Aguiló considera que el personaje se merece un mayor reconocimiento, por lo que pedía que se le dedicara un monumento. Por el momento se va a estudiar la forma de poner en valor la obra de Bouvy con la instalación de una placa explicativa junto a su calle.
