Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Palma a Palma

Olor a libertad

Olor a libertad

Muy a menudo, paso por delante del centro penitenciario de Palma. Desde fuera, es un complejo severo. Cerrado en sí mismo. Pero detrás de cada ventana, de cada rincón, hay un montón de historias humanas. Desconocidas, ignoradas. Porque siempre que cruzamos por ahí, miramos hacia otro lado. Pensando que aquello no tiene nada que ver con nosotros. Igual que ocurre con los hospitales. Pero el destino se guarda a veces cartas ocultas. Y nunca puedes saber de cierto si algún día no te encontrarás tal vez al otro lado del muro. O detrás de alguna de las ventanas del hospital.

Siempre me acuerdo de un reportaje que tuve la oportunidad de hacer en la prisión de Palma. Hablando y compartiendo con gente que se encontraba recluida. Uno de ellos me dijo algo que nunca olvidaré. Le pregunté: "¿Qué es para ti la libertad?". Y él contestó: "La libertad es sobre todo el olor. El olor de estar fuera".

Prisiones, hospitales, son lugares cerrados. Con un olor penentrante y muy característico. Que se va filtrando lentamente por el olfato, la ropa, el día a día. Nada más entrar, te invade ese aroma. Al que te acabas por acostumbrar.

Hasta el momento de salir. Cuando el mundo exterior te devuelve su variedad de olores, perfumes, aromas. La humedad, las hojas verdes, el salitre del mar, los árboles frutales. Es un momento de reencuentro y de redescubrimiento. Entonces eres más que nunca consciente de la limitación de estar encerrado. Sin libertad de movimientos. Sumergido en un solo olor.

Cada vez que paso por delante de la prisión o un hospital respiro hondo. Como para aprovechar esos momentos a los que no les damos importancia, porque los consideramos "normales". Pero que no lo son. Porque el día en que desaparecen, nos damos cuenta de que hemos estado disfrutando de un tesoro sin haberlo valorado correctamente. Lo añoramos cuando ya lo hemos perdido.

No hay nada más valioso, intangible, que el olor a libertad.

Compartir el artículo

stats