El grupo municipal de Ciudadanos quiere forzar la votación de su candidato a ocupar la plaza de defensor de la ciudadanía, vacante desde hace más de tres años como consecuencia del fallecimiento de Miquel Lladó, su primer y único titular.

Desde el pasado mes de octubre la candidatura del empresario Tomás Garrido para ocupar este puesto, presentada por Ciudadanos, está sobre la mesa, sin que el equipo de gobierno, integrado por el PSOE, Més y Som Palma, haya decidido al respecto.

El tripartito de Cort puso sobre la mesa el nombre del funcionario de la oficina y presidente de la Federació d´Associacions de Pares i Mares de Mallorca, Vicente Rodrigo, que no ha conseguido ­­el apoyo de PP y Ciudadanos, por lo que en una primera votación no puede ser nombrado, ya que se requiere el voto favorable de tres quintas partes del consistorio (17 concejales).

Si bien en octubre se decidió ante la falta de consenso dejar el tema sobre la mesa y no forzar la votación de un candidato que perdería de antemano y debería esperar a una segunda votación, en la que solo se requiere la mayoría absoluta, hasta el momento el equipo de gobierno no ha presentado ninguna alternativa ni ha conseguido que Ciudadanos renuncie a apoyar a Tomás Garrido para el cargo a favor de Rodrigo , ni que lo haga el PP, partido que si bien no ha presentado candidatura, ha anunciado que se suma a la propuesta del partido de Rivera.

También se ha rebasado el compromiso no formal adquirido por el equipo de gobierno con el fin de disponer de un nuevo titular de defensor de la ciudadanía antes de que finalice el presente año. Además de los dos nombres anteriores, otras dos ciudadanas han presentado su candidatura a título particular, aunque con escasas posibilidades de ser elegidas.

Ante esta situación, y si no hay avances en las próximas semanas que supongan un acercamiento, Tomás Garrido no obtendría los apoyos suficientes para ser nombrado defensor de la ciudadanía en un próximo pleno municipal, lo que dejaría manos libres al equipo de gobierno para que, en una segunda votación, designar por mayoría absoluta -bastarían sus 16 votos- al candidato que propongan el PSOE, Més y Som Palma.