La ciudad de Palma tiene desde ayer seis nuevas figuras ilustres que recibieron la medalla de oro de la ciudad, la insignia que distingue a los vecinos con una trayectoria destacada. Después de que el Jurado de Honores y Distinciones aprobara por unanimidad la concesión de las medallas, la corporación municipal celebró ayer la sesión solemne de entrega de galardones. El alcalde José Hila destacó que la "importante tarea" de los seis homenajeados ha servido para construir "una sociedad más rica en valores". Las nuevas medallas de oro de la ciudad son:

Carme Riera Guilera. Escritora, doctora en Filología Hispánica, sexta mujer en ingresar en la RAE, profesora de la UAB y presidenta de CEDRO. La autora de Te deix, amor, la mar com a penyora ha sido galardonada con numerosos premios literarios como el Prudenci Bertrana de novela, el Premi Ramon Llull o el Josep Pla. Recibió en el 2000 la Creu de Sant Jordi de la Generalitat de Catalunya, en 2002 el Premi Ramon Llull del Govern balear, en 2005 la medalla de oro del Consell de Mallorca y este año ha recibido el Premio Nacional de las Letras.

La única institución que faltaba por rendirle homenaje era Cort, que ayer le concedió la medalla de oro de la ciudad. "Carme Riera siempre ha manifestado nuestro gran amor por nuestra isla, sus rondallas, la lengua mallorquina. Ella ha plasmado nuestra ciudad en sus obras y la ha hecho protagonista de sus éxitos", sostuvo la regidora Susanna Moll, que defendió su nominación para la medalla.

Esperança Bosch Fiol y Victoria Ferrer Pérez. Las doctoras en Psicología y profesoras de la UIB recibieron la medalla de oro de la ciudad de forma conjunta por su tarea investigadora en materia de género. Forman parte del Lobby de Dones y son coautoras de libros como La violencia contra las mujeres: el amor como coartada o El laberinto patriarcal. "Os seguimos necesitando en esta lucha. El día a día nos lo demuestra", afirmó el concejal Miquel Perelló sobre su tarea investigadora.

Brigitte Yagüe Enrique. Es una de las galardonadas más jóvenes. Recibe la medalla por su trayectoria deportiva. Desde los 10 años practica taekwondo y su esfuerzo le llevó a ganar nueve campeonatos de España, seis medallas en campeonatos de Europa, otras seis en mundiales y una plata olímpica. "Brigitte ha reinado en este deporte a lo largo de una exitosa carrera. Encarna todos los valores del deporte, como el esfuerzo o la capacidad de superación Ha demostrado que no hay techo de cristal ni barrera de género que no se pueda superar con grandes dosis de constancia", dijo de ella su defensora para la medalla, la regidora Marga Durán.

La Sonrisa Médica. La ONG trabaja desde 1994 para llevar sonrisas a los hospitales a través de trece payasos profesionales. Fueron pioneros en llevar el humor a las habitaciones de hospital. En su defensa del premio, la primera tenienta de alcalde, Aurora Jhardi destacó que "su actuación ha sido un referente para desarrollar la figura de los payasos de hospital e introducirlos en el proceso terapéutico". El momento más emotivo de la entrega de medallas se produjo cuando Jhardi enumeró a los integrantes del colectivo: "Es un honor para este Ayuntamiento premiar al enfermero Aspirino, la celadora Caragola, el enfermero Bartolo y al resto de miembros del equipo artístico que consigue convertir un entorno hostil en un lugar de sonrisas". Recogió la medalla con una nariz roja el presidente de la entidad, Josep Lluís Vidal.

Pascual de Cabo Díaz. El artista, nacido en Alicante y residente en Palma desde hace más cuatro décadas, recibió la medalla de oro por su labor en el mundo de la pista. "Es un artista consolidado, considerado un virtuoso de la pintura. Su trazo es como su personalidad: enérgica con seguridad. Ver pintar a Pascual de Cabo es un gozo", explicó el edil Josep Lluís Bauzá en el alegato para la concesión de la medalla. Bauzá, en un discurso muy sentido, explicó la forma de trabajar de De Cabo, consistente en "manchar" el lienzo hasta dar sentido a la pintura.