El reloj d'en Figuera fue ayer el primer protagonista de la Festa de l'Estendard 2015, en la que el funcionario jubilado e historiador Pere Galiana Veiret (Palma, 1942) se encargó de pronunciar el pregón titulado "En Figuera i la seva resurrecció". En su discurso, Galiana repasó toda la historia del centenario reloj de la fachada de Cort, instalado en 1385 -un siglo y medio después de la reconquista del rey Jaume I- e indicó que, "según Bover, en Figuera fue el primer reloj público de España".

Galiana recordó que durante años el mecanismo de Cort "era la hora oficial" y todas "las casas que tenían reloj" lo utilizaban "para ponerlo en hora". El apodo d'en Figuera lo recibió del creador de la campana del reloj, Pere Joan Figuera, que "la fundió en 1386".

"La campana primitiva fundida por Pere Joan Figuera no es la que hay actualmente", sino que en 1680 la reconstruyeron "respetando su peso y forma", agregó el pregonero. La campana se encargaba de marcar las horas, pero "no tocaba las 24 horas de forma correlativa como se hace actualmente, sino por el sistema babilónico", es decir, que sonaba una campanada por la primera hora de sol y así sucesivamente hasta la caída de la noche, cuando se reiniciaba la cuenta. Desde 1849 marca el "tiempo medio" y se basa en los días de 24 horas en vez de la duración según la posición de la Tierra.

Sobre el mecanismo, Galiana expuso que "la vara del péndulo d'en Figuera es de hierro, lo que lo hace muy sensible a los cambios de temperatura; de invierno a verano hay una diferencia de un minuto diario, cosa que se corrige oportunamente".

La esfera es como una ventana y se accede por el interior del edificio. En 1960 el viento desencajó el cristal, "que cayó a la plaza y se hizo mil pedazos". Ese mecanismo también controla el reloj dorado de la sala de plenos, un cronógrafo que muy poca gente ha visto y que se sitúa en el lado opuesto al del alcalde encima del gran cuadro del rey Jaume I.

El pregón de Galiana llenó la sala de plenos, donde se leyó su investigación historiográfica ayer por la tarde. El discurso -un resumen del pregón íntegro en papel- fue muy aplaudido. En su alocución, el funcionario municipal también tuvo tiempo para recuperar anécdotas personales.

"En mi ingreso en el Ayuntamiento, en 1964, la campana d'en Figuera regía el horario de oficina de los funcionarios. Al oírlo se retiraba la firma [los documentos que firman los políticos] y a las dos se daba la hora de salida; así se hizo hasta más o menos 1970 cuando se puso el primer reloj de control con ficha de cartón", apuntó.

Galiana tuvo un sentido recuerdo para el penúltimo relojero que se encargó d'en Figuera. Se trata de Fernando Fernández Andrés, fallecido en 2008, que fue el responsable de reparar y reconstruir las dañadas piezas del mecanismo d'en Figuera en 1964 cuando ningún relojero experto de Barcelona o de París se atrevió a arreglar los engranajes.

El pregonero rememoró cómo Fernández trabajó durante semanas para que el reloj estuviera a punto para las campanadas de aquel fin de año, que en una ocasión se quedaron sin sonar. Pere Caminals, de la Relojería Española, le tomó el relevo en 2005 como cuidador del reloj con más renombre de la ciudad.