El tripartito de Cort quiere que la denominada Cuña Verde sea un verdadero pulmón para la ciudad. Por ello, ha decidido arrinconar el proyecto ganador del concurso convocado en 2002 para el desarrollo de una parte de este espacio libre público, que dio como resultado el denominado parque de sa Riera, y propone convertir los 34.000 metros cuadrados que ocupan actualmente el velódromo de Tirador y el antiguo canódromo "en un bosque".

En palabras del teniente de alcalde de Modelo de Ciudad, Antoni Noguera, el proceso se va a iniciar el próximo año con la definición de la propuesta. A esta tarea se van a dedicar los primeros seis meses de 2016 con el fin de que, en los seis meses restantes, iniciar ya las primeras actuaciones utilizando los 500.000 euros destinados a este proyecto procedentes de la Ley de Capitalidad del presente año.

Este nuevo espacio libre público mantendrá las pistas del antiguo velódromo de Tirador, que ya es de propiedad municipal, así como el edificio que fue sede durante años de la sociedad Veloz Sport Balear, obra del arquitecto Bennázar. Tal como adelantó este periódico, este edificio se convertirá en los primeros meses del próximo año en la sede del distrito municipal de Ponent. Para su adecuación, no obstante, no se van a utilizar la partida de 500.000 euros de la capitalidad, puesto que, según Noguera, para su conversión en sede de distrito no será necesaria una gran inversión dado que el estado de conservación del edificio es bastante bueno.

En relación al resto de la zona verde, aún está por definir cual será su futuro diseño, aunque se pretende que sirva para el descanso, el paseo y el ocio ciudadano y que tenga continuidad con el resto de la Cuña Verde y del denominado parque lineal de Establiments, que sigue el cauce del torrente de sa Riera.

Pinos y almeces

Se pretende la siembra masiva de especies vegetales con el fin de combatir el cambio climático y la denominada "isla de calor" que se forma en las grandes ciudades debido al incremento de temperaturas provocado por las superficies asfaltadas y las cubiertas de los edificios. En concreto, se van a sembrar mayoritariamente pinos, que es una especie adaptada al clima mediterráneo y de crecimiento rápido, ademas de ser de hoja perenne. También se procederá a la siembra de almeces, una especie que, además de alcanzar un gran porte en poco tiempo, es de hoja caduca.

La definición de la futura zona verde se ha encargado al arquitecto municipal Francisco Cifuentes, quien manifestó que se barajarán todas las ideas y las propuestas que se han realizado sobre este espacio antes de exponer el proyecto definitivo. Según las previsiones de Modelo de Ciudad, estaría listo en septiembre del próximo año con el fin de poder iniciar las primeras actuaciones. La financiación del proyecto es otra cuestión que aún no está cerrada, aunque se calcula que tendrá un coste "de entre 2 y 3 millones".

Tal como se ha apuntado anteriormente, los primeros 500.000 euros procederán de los fondos de capitalidad del presente año, que se gastarán en 2016 y se prevé que para 2017 "ya contemos con financiación para continuar con el proyecto", según Noguera.

Cifuentes indicó que la propuesta que se va a plantear se basará en "la recuperación de este espacio para la ciudad y los ciudadanos". Con el fin de combatir el cambio climático y la "isla de calor" se sembrarán árboles de crecimiento rápido y adaptados al entorno, además de conformar zonas de sombra mediante emparrados y pérgolas.

También se prodecerá a la conexión del denominado parque del Tirador y del Canódromo entre sí y con el resto de la Cuña Verde. Se trata de una actuación que se va realizar sobre 34.000 metros cuadrados de los aproximadamente 270.000 que tiene el conjunto de la futura Cuña Verdes sin contar con los terrenos del Club Militar de es Fortí ni los del antiguo estadio del Lluís Sitjar.

El antiguo canódromo, junto con el solar que ocupaba la antigua fabrica Zuic, expropiados por el Ayuntamiento a finales de los años 90, tienen una superficie de 15.000 metros cuadrados, mientras que el Velódromo, también de propiedad municipal desde el pasado mes de agosto, dispone de otros 19.000 metros cuadrados.

Según Cifuentes, el futuro proyecto deberá definir tres elementos importantes como son el tratamiento del suelo con el fin de garantizar una buena gestión, el arbolado y las especies vegetales que se deben sembrar en la zona y el mobiliario urbano.

El proyecto ganador del concurso convocado en 2002, firmado por el arquitecto Manuel Ribas Piera, y al que se presentaron 22 propuestas, eliminaba tanto el velódromo como el canódromo y ubicaba dos estacionamientos subterráneos, de al menos 200 plazas cada uno, en sus solares. Su superficie se destinaba a pistas polideportivas y zonas de ocio.