El juez Manuel Penalva volvió ayer a demostrar su contundencia contra los policías locales de Palma implicados en la trama corrupta. Y lo hizo ordenando prisión para los dos últimos agentes que han sido detenidos por su relación con este escándalo. Entre otros delitos, a ambos se les acusa de haber exigido dinero a diferentes empresarios nocturnos de la ciudad a cambio de protección policial. Los fiscales Anticorrupción, Miguel Ángel Subirán y Juan Carrau, solicitaron este ingreso en prisión, entre otros motivos, por la gravedad de los hechos y para evitar la posibilidad de que estos policías pudieran tener acceso a los testigos protegidos. Los argumentos de la fiscalía fueron lo suficientemente contundentes para convencer al juez, que a última hora de la mañana de ayer ordenó el traslado a la cárcel de estos dos últimos funcionarios detenidos. La decisión judicial sentó como un jarro de agua a los familiares y compañeros que esperaban en el juzgado.

En estos momentos ya son once los policías locales de Palma que están en la cárcel por su implicación en la trama corrupta.

Uno de los policías, Jerónimo U., había formado parte de la unidad de los UII. Sin embargo, hace algunos meses solicitó un traslado por motivos familiares y se incorporó a la unidad de Asuntos Internos, que precisamente se encarga de investigar las prácticas irregulares de los policías locales. Su detención se practicó el pasado martes por la noche como consecuencia de los últimos testimonios recogidos por los investigadores. Declaraciones que aseguran que este policía se habría dedicado a solicitar dinero a empresarios nocturnos. En el interrogatorio, debido a que el caso se encuentra bajo secreto de sumario, únicamente se le hicieron preguntas generales sobre su implicación en la trama, pero no se le facilitaron testimonios concretos de personas que señalan que también habría estado exigiendo dádivas a cambio de protección policial. El agente, defendido por la abogada Neus Cañellas, negó cualquier implicación en la causa. Intentó desmontar la versión de los testigos, asegurando que no era cierto que en alguna ocasión hubiera exigido dinero a estos empresarios nocturnos. Dijo que la unidad a la que pertenecía con anterioridad, UII, no tiene ninguna atribución para poder realizar inspecciones en locales nocturnos y mucho menos para proponer sanciones económicas o cierres cautelares. Se da la circunstancia, que este policía es un destacado sindicalista del CSIF, amigo personal del agente Jaime Garau, que está en prisión acusado de extorsionar a testigos de la trama, entre ellos a El Ico. El agente Jerónimo U. es, además, uno de los policías que ya fue investigado porque el pasado mes de enero, cuando se practicaron una serie de detenciones, iba dentro de un vehículo oficial que fue visto cerca del juzgado cuando se estaba pendiente de conocer la decisión de la juez. Algunos integrantes de este vehículo policial dedicaron miradas de advertencia a los fiscales en el momento, ya de madrugada, que abandonaban el juzgado. Esta furgoneta policial no tenía ningún servicio que justificara su presencia a esa hora en los alrededores del juzgado.

El otro policía que ayer ingresó en prisión es Gregorio C., quien pertenecía a la Patrulla Verde de la Policía Local. También está acusado de exigir dinero para evitar inspecciones en locales.