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Entrevista

Linda Nicolau: "Jamás compraría una crema en un supermercado ni una muy cara"

Linda Nicolau: "Jamás compraría una crema en un supermercado ni una muy cara" Linda Nicolau fue ejecutiva de Estée Lauder.

Una visita al lugar donde la empresa Estée Lauder "hacía pruebas de cosmética con animales" fue el embrión de Ecològics Cosmetics, la primera firma mallorquina que trabaja con productos cien por cien naturales, orgánicos, y noventa por cien ecológicos. Su creadora es Linda Nicolau Clode, una mujer nacida en Gales y que alcanzó un puesto de envergadura en la empresa norteamericana en la que aprendió "mucho de lo que sé". Ella llegó a Mallorca con 20 años, se casó con un hotelero de la isla, con el que aprendió todo del negocio hotelero, pero quiso independizarse y montar su propia empresa.

El salón de belleza Venus, en el paseo Mallorca, puso 'sombra aquí, sombra allá' a buena parte de las mujeres de la alta sociedad mallorquina. "Una esteticista tiene que ser muy discreta porque, en estos salones, las mujeres se explayan y te cuentan muchas cosas", indica. No da nombres. Linda quiso dar un pasó más allá. Ecològics es su logro. Lo abrió en 1993.

-¿Por qué le interesó el tema de la belleza?

-Porque siempre he creído que cada mujer tiene algo de belleza.

-¿Y los hombres?

-Cuando empecé, los hombres en España no se cuidaban nada. O muy poco. Los salones de belleza eran solo para mujeres. Hoy ha cambiado por completo. Incluso te diría que se cuidan más ellos. Ahora un 32 por ciento de mis clientes son hombres. Eso es un cambio radical. El salón que yo abrí en Palma se diferenció del resto en que estaba a pie de calle, a la vista. Un salón de belleza es un lugar social. Muchas clientas aprovechaban y venían antes porque era su momento de relax. La mujer se abre mucho cuando está en tratamiento.

-¿Es un poco psicóloga?

-En cierto modo, lo somos un poco, aunque nuestro trabajo es intentar que no hable y se relaje. En los años setenta, percibí que la mujer española estaba muy reprimida.

-¿La mallorquina se cuida?

-Ha cambiado mucho, pero antes había que convencerlas para que se sometieran a tratamientos de belleza. Desconfiaban en gastar dinero para nada. Eso decían muchas. Ahora no tiene nada que ver, porque les interesa mucho el tema relacionado con la salud. Vivimos más años, por tanto, hay que llegar en mejores condiciones. Y eso se traduce en estar más bellas. De todos modos, creo que el mallorquín es más presumido que la mallorquina.

-¿Cómo fue el salto de su salón de belleza en Palma a vendedora en Harrod's y de ahí a directiva en Estée Lauder para acabar montando su propia cosmética?

-Al ir a vivir a Gran Bretaña, vendí el negocio y empecé a trabajar con Max Factor y luego quise entrar en Lauder. En Harrod's aprendí mucho en la venta directa, pero yo quería ser directiva y lo conseguí. Siendo muy fiel a Lauder, debo decir que, al ver cómo hacían sus tests cosméticos con pruebas en animales, me desilusionó mucho. Ahí nació mi conciencia en temas de medio ambiente y en el trato a animales. Empecé a buscar químicos que trabajaran de otra manera. En esos diez años de mucha investigación, decidí cómo quería montar mi línea de cosméticos y nació en 1993 Ecològics, aquí en Mallorca.

-El mundo de la cosmética mueve millones de euros, no siempre siguiendo criterios muy honestos. Algunas marcas incluso usan ingredientes venenosos en sus fórmulas, los cosméticos falsos. ¿Les favorece el marco legal?

-En el mundo de la cosmética, las multinacionales lo controlan todo. Para una empresa pequeña es muy difícil sobrevivir. En los últimos cinco años han cerrado muchas, aunque, por otro lado, se ha producido una cierta selección natural que es beneficiosa, pero el control de las grandes es imposible superarlo. En cuanto a la legislación, es muy complicada. La Unión Europea tiene la suya, la norteamericana la suya y la de Asia también es distinta. Nosotros vendemos mucho por internet y tenemos que ir ajustando mucho un montón de detalles, desde el etiquetado a la composición, aunque nuestro mercado es básicamente español. Ahora los europeos del norte también se están interesando por Ecològics.

-Insisto, ¿cuánto engaño hay en la industria cosmética?

-Puede haber... Prefiero decirlo así."La mallorquina se cuida más que antes, aunque creo que el hombre es mucho más presumido"

-Las listas son públicas. En algunas cadenas de hipermercados se han vendido productos de perfumería con ingredientes nocivos.

-Yo jamás me compraría una crema o un producto de belleza en un supermercado.

-En el otro lado, se hizo pública la lista de cremas mejores y resultó que era la más económica y vendida en una cadena de alimentación alemana.

-Lo sé. Es que una crema cara tampoco es sinónimo de calidad.

-O sea, que hay que estar alerta ante esas cremas o sérums que cuestan un potosí.

-Igual que no me compraría una crema en un supermercado, tampoco adquiriría una que costase 300, 400 o 500 mil euros. No por cara es mejor. Me resultan sospechosas, claro que quien las compra son personas que viven en otra realidad."Una esteticista tiene que ser muy discreta, porque muchas mujeres se relajan y te cuentan la vida"

-No me negará que bajo el término ecológico también hay tongo.

-Sí, claro. Por ejemplo, en algunos mercadillos he visto cómo se venden cremas u otros productos de belleza sin ningún control de sanidad. Una marca tiene que estar en un portal europeo, ha de ser responsable y ha de estar aprobada por sanidad.

-En su línea también se cuida el envase.

-Sí, es lógico. Utilizamos envases de plástico PET y papeles reciclados. Lo único que nos falla son los tapones. No he encontrado ninguno, por eso digo que somos 90 por cien ecológicos."Mi conciencia ecológica llegó al comprobar cómo se experimentaba con animales en cosmética"

-¿Su equipo de químicos es también autóctono?

-Trabajo con un químico mallorquín formidable, pero también he contado con equipos de Nueva York y Suiza. Llevamos 23 años y ahora el relevo está en manos de mi hija Alejandra. Ella es el motor de la empresa; yo siempre digo que soy una emprendedora que me he forjado en la calle, a la antigua usanza; y ella es la experta en el mundo informático. Es su mundo.

-¿Dónde se encuentran sus productos?

-En las mejores perfumerías, en El Corte Inglés, donde tras trabajar con ellos como jefa de ventas de productos italianos como La Perla o ser la primera persona que trajo a España la depiladora Milady, tengo muy buena relación.

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