Dos policías locales de Palma fueron detenidos ayer en una nueva fase de la investigación que pretende esclarecer una trama corrupta dentro del cuerpo policial. Los dos policías detenidos son Feliciano Franco, uno de los máximos responsables de la Patrulla Verde, y Jaime Garau, portavoz del sindicato CSIF de la Policia Local. El primero está acusado de extorsionar a pequeños empresarios de ocio de la ciudad y el segundo de dedicar amenazas a policías que han declarado como testigos y han detallado aspectos de la trama corrupta. La detención la ha practicado el grupo de Blanqueo de Dinero de la Policía por orden del juez Penalva y a instancias del fiscal Anticorrupción, Miguel Ángel Subirán.

Fuentes próximas al caso señalaron que los hechos que han llevado a esta medida no tienen relación entre ellos. Al integrante de la Patrulla Verde se le acusa, junto a un grupo de compañeros de la misma unidad, de amenazar y extorsionar a propietarios de bares para evitar inspecciones. En cambio, a Garau, que ya estaba imputado, se le acusa únicamente de amenazar a otros compañeros, advirtiéndoles que fueran con cuidado con lo que relataran. También está acusado de proteger a policías implicados en la trama. Varios de los agentes que revelaron la trama corrupta se han sentido directamente amenazados por él.