La nueva recogida de trastos y muebles viejos de Emaya se estrena hoy en 26 barrios de la ciudad. El servicio a domicilio se mantendrá de forma excepcional para personas mayores de 65 años o con discapacidad, para dar paso a una nueva fórmula: dejar los trastos delante del portal de casa.

Durante las últimas dos semanas, la empresa pública de limpieza ha realizado una campaña informativa para dar a conocer el nuevo sistema puerta a puerta. Cada barrio tiene asignado un día diferente (del domingo al jueves) para que los vecinos depositen los trastos sobre la acera.

Entre las 20 y las 22 horas los particulares podrán deshacerse de los enseres viejos solo con dejarlos en medio de la calle. A partir de las 22.30 horas, Emaya pasará a recogerlos con camiones. Los trastos deberán estar sobre la acera (nunca en el asfalto) de cualquier calle y no podrán obstaculizar a los peatones.

El nuevo servicio permitirá recoger muebles, somieres, colchones, puertas, persianas, maderas, bicicletas, coches de bebé, juguetes no electrónicos y cristales gruesos. No se recolectarán electrodomésticos, aparatos eléctricos, escombros o residuos especiales.

La idea de Emaya es evitar las imágenes de trastos abandonados en mitad de la calle durante toda la semana. El nuevo sistema -que ya utilizan otras ciudades españolas como Madrid o Barcelona- pretende reducir esta estampa a solo unas horas una vez a la semana. Según Emaya, el anterior sistema de recogida a domicilio solo recolectaba el 35% de los trastos.

Estreno en el centro

Las barriadas del centro de Palma serán las primeras en probar el sistema, además de otros enclaves cercanos como Santa Catalina o Son Espanyolet. En el distrito Nord, será el turno para la Indioteria, el Secar de la Real o Son Sardina.

Emaya ha preparado un dispositivo con seis camiones con plataforma eléctrica (para hacer menos ruido durante la noche que con los vehículos tradicionales) y dieciocho trabajadores para cubrir todas las rutas. Los empleados pasarán por todas las calles de los barrios asignados para recoger todos los trastos que vean.

La presidenta de Emaya, Neus Truyol (Més), solicitó hace unas semanas la colaboración de la ciudadanía para que el sistema funcione y se mejore la imagen de la capital. Para los vecinos incumplidores, se anunciaron multas desde los 300 hasta los 900 euros si se dejaban trastos en la calle fuera del día asignado para ese barrio. La Policía Local y los controladores ambientales se encargarán de hacer respetar la normativa y tendrán potestad para sancionar.