Tras pasar varios años en el olvido, el servicio de alquiler municipal de bicicletas Bicipalma prevé introducir nuevas prestaciones y ampliar la red de estaciones. Así lo ha anunciado el regidor de Movilidad de Cort, Joan Ferrer (PSOE), quien considera que el público juvenil es el sector por donde más puede crecer el servicio.
Por ello ha anunciado la creación de una tarifa joven para Bicipalma. Se trata de una iniciativa en la misma línea de las que se han implantado en la EMT, donde se ha ampliado la gratuidad de los viajes en bus para niños hasta los 8 años incluidos (hasta ahora solo podían subir gratis al bus los menores entre 0 y 4 años).
La tarifa actual de Bicipalma es de 24 euros para la suscripción anual o de 4 euros para la mensual. Todavía no se conoce el precio del nuevo abono, que se determinará el año que viene. Cort también estudiará la implantación de una tarifa de fidelización para que los usuarios veteranos no se den de baja del servicio.
Cuando se estrenó Bicipalma en marzo de 2011, las previsiones de usuarios de vieron desbordadas. Más de 22.000 personas estuvieron registradas durante los dos primeros años, época en que el servicio era gratuito. A partir de junio de 2013 se establecieron las tarifas actuales, que no han subido desde entonces. Y la cifra de usuarios se desplomó hasta los 1.700 ciclistas de pago. A finales de año creció hasta los 2.300 usuarios, una cifra que desde entonces se ha vuelto a reducir. Actualmente hay 1.800 inscritos en Bicipalma y 32 estaciones, una cifra que se mantiene estable desde 2014.
Otra de las novedades que el 2016 depara a Bicipalma es la creación de cinco nuevas estaciones en los barrios del Eixample. Se mejora la conectividad de los barrios de Plaça de Toros y es Fortí con dos nuevas paradas: una en la calle del Arxiduc Lluís Salvador a la altura de Josep Balaguer y otra en la plaza de Barcelona (detrás del Lluís Sitjar). La tercera estación será la más alejada del centro de la ciudad y estará en la carretera de Valldemossa a la altura de Sant Vicenç de Paül.
Las dos estaciones restantes expanden la red hacia el levante. Habrá una batería de veinte anclajes nuevos en Manuel Azaña a la altura del concesionario de Opel, donde hace unos meses se estrenó un carril bici. La quinta y última estación que se estrenará el año que viene se situará en el Portitxol cerca del club náutico. Además, se añadirán cinco anclajes más a la estación del parque de ses Veles, una de las que tienen más demanda.
Nuevas bicicletas
Todos los emplazamientos seleccionados tienen carriles bici al lado o a pocos metros y suponen implantar Bicipalma en vecindarios que carecían del servicio. Las ubicaciones las han escogido los técnicos del área de Movilidad tras realizar un estudio.
Para que el alquiler de bicicletas siga funcionando en las mismas condiciones, Cort comprará 53 bicis más en 2015 y otras 100 durante el 2016. La cifra de velocípedos se incrementará más de un 50% (de los 290 actuales hasta los 443). El regidor de Movilidad espera que la ampliación de la red de estaciones sirva para elevar la cifra de ciudadanos suscritos y aumentar los ingresos.
El presupuesto anual de Bicipalma asciende a 350.000 euros, una cantidad que no se verá aumentada en 2016. La creación de estaciones y la compra de bicicletas se pagan con fondos del proyecto Civitas de la Comisión Europea. En esos 350.000 euros se incluye el coste de los siete trabajadores de la plantilla: un encargado, un mecánico y los cinco trabajadores que trasladan las bicis de parada en parada.
El concejal Ferrer reconoce que el servicio "es deficitario, pero eso sucede con todos los transportes públicos". "Es imposible que con las cuotas que se pagan se cubran los gastos", añade el edil. Una de las principales lacras que lastraron las cuentas de los primeros años de Bicipalma se ha visto subsanada: la cifra de bicicletas robadas se ha reducido a cero.
Publicidad para lograr ingresos
Otra de las medidas que intentarán recuperar es la colocación de publicidad en las ruedas traseras de las bicicletas. Durante la legislatura pasada, Movilidad la sacó a concurso pero exigió un mínimo de 20.000 euros anuales y ninguna empresa se interesó. En este mandato lo intentarán de nuevo con un precio más ajustado al mercado publicitario actual. "Es una de las fuentes de ingresos que buscaremos, porque es respetuosa con la estética de la ciudad y ayuda a financiar el servicio", argumentó el edil socialista.
