La constructora Acciona confirmó ayer que ha dado orden de paralizar la obra del Palacio de Congresos y que los trabajos quedarán completamente suspendidos en breve. El único motivo que argumenta la compañía es que no le han pagado la factura de los trabajos ejecutados el mes de agosto, que asciende a dos millones de euros. Sin embargo, el vicepresidente del Govern, Biel Barceló, explicó que ayer transfirieron los fondos y el gerente de Palau de Congressos SA, Josep Sintes, afirmaron que la factura fue abonada ayer, aunque tenían de plazo hasta el 16 de diciembre para poder pagarla.

Acciona no tiene intención de retomar las obras de inmediato. Según un comunicado que emitió ayer por la tarde, después de que las administraciones hubieran consignado los dos millones para pagarles, la empresa constructora quiere consensuar "una nueva planificación previamente a la reanudación de las obras".

Las obras del Palacio de Congresos de Palma continuaron a medio gas después de que ayer la constructora Acciona mantuviera la reducción de obreros por segundo día consecutivo. Y así seguirá hasta quitarlos por completo entre el viernes y el lunes.

Mientras tanto, las instituciones públicas actúan con tibieza para contrarrestar la acción de la constructora. Para Cort y el Govern se trata de una "medida de presión" por dos motivos. Por una parte, quieren cobrar una indemnización de quince millones de euros en concepto de la paralización de la obra durante el mandato de Mateo Isern. Sin embargo, los técnicos del Ayuntamiento de Palma solo le reconocen el derecho a cobrar cuatro millones. Desde hace tres semanas ambas partes están negociando la cuantía.

Evitar la multa

Por otra parte, la constructora quiere que Palau de Congressos SA no la multe por el retraso en acabar la obra. La fecha de fin de los trabajos era el 26 de julio. Como que el recinto congresual no está acabado, la empresa pública podría exigir a Acciona una multa diaria de 20.000 euros. La constructora también quiere evitar la sanción.

La presidenta de Palau de Congressos SA, Juana Maria Adrover, denunció que la actuación de Acciona es una "amenaza" y una forma de "presión". Preguntada por si creía que era "un chantaje" de la constructora, aseguró que "definitivamente" sí lo era, aunque prefirió no utilizar esa palabra.

El gerente Sintes recuerda que el impago de la indemnización o la discusión sobre la multa no son motivos por los que Acciona tenga derecho a detener la obra. "Se están agarrando a un clavo. La falta de pago es lo único que pueden alegar para detener la obra. Esta es su forma de negociar", adujo Sintes.

Mientras tanto, Cort y Govern balear -copropietarios de la infraestructura- están trabajando para una próxima reunión a la que convocarán a Acciona para aclarar la situación económica del Palacio de Congresos y acabar las obras cuanto antes.

Acciona explicó que la paralización fue ordenada el pasado 16 de noviembre y que, desde entonces, se está reduciendo el número de trabajadores en la infraestructura. Pese a esta decisión, la compañía argumenta "mantiene su compromiso con la finalización de un proyecto emblemático para Palma".

Contacto telefónico

Sintes mantuvo ayer por la tarde una conversación telefónica con el responsable de Acciona en la obra para recordarle que Cort y el Govern se encuentran al corriente de pago e instarle a seguir con los trabajos.

El alcalde de Palma, José Hila (PSOE), instó a Acciona a "aclarar su postura y explicar por qué han hecho lo mismo a los últimos tres gobiernos municipales". "Ya se pararon las obras cuando gobernaba Aina Calvo y volvió a pasar durante el último mandato", recordó el munícipe socialista.

El segundo teniente de alcalde de Cort, Antoni Noguera (Més), emplazó a la constructora a actuar con "responsabilidad y cordura" y expuso que "Acciona no está cumpliendo con los plazos de una obra que ya tendría que haber acabado".

Por su parte, el vicepresidente del Govern, Biel Barceló, aseveró que "rebajar la actividad" en las obras del Palacio de Congresos es una "medida de presión que está fuera de lugar".

El gerente Sintes concluyó que "es una lástima que pase esto cuando la imagen del Palacio de Congresos comenzaba a cambiar; deberíamos pensar en el futuro y no seguir discutiendo sobre las obras".