Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Crónica de antaño

Eaktay Ahn y la creación de la Sinfónica

Eaktay Ahn con su mujer Lolita Talavera y sus hijas.

n un momento dado el capricho del destino produce realidades extraordinarias y fructíferas de las que sale beneficiada una parte importante de la sociedad. De allí surgen algunos hechos que ayudan a dignificar una ciudad, una región o una nación. Algo así sucedió en Palma tras la Guerra Civil y vale la pena recordarlo. Uno se puede hacer una cierta idea de cómo debió ser el panorama cultural durante los primeros años de la postguerra. El trauma ocasionado por la guerra anuló la mayor parte de las manifestaciones artísticas, aunque pronto se percibió el anhelo de recuperar la vida cultural. Como una pequeña luz que surge entre la oscuridad apareció el Círculo de Bellas Artes. Fundado en la temprana fecha de 1940, no es exagerado afirmar que esta entidad se convirtió, hasta por lo menos la llegada del movimiento de la contracultura de los años sesenta, en el centro cultural más importante de Mallorca. Pere Quetglas (Xam), Julio Sanmartín, Josep Balaguer o Antoni Parietti son algunos de los nombres que aparecen como socios fundadores del C.B.A. Las artes pictóricas y literarias no tardaron en desarrollar sus actividades, en cambio las manifestaciones musicales costó más trabajo ponerlas en marcha. Es cierto que muy pronto se organizaron no pocos conciertos corales, de piano o de cámara, pero faltaba una orquesta, una gran orquesta. Se intentó crearla muy pronto, pues ya en 1942 Josep Balaguer y Bartomeu Oliver fundaron la Orquesta Filarmónica Balear, aunque la iniciativa solo sobrevivió dos años. Ello fue debido especialmente a la necesidad de dos cuestiones: encontrar los músicos para la orquesta y conseguir su financiación.

Los melómanos del C.B.A., Parietti, Balaguer, Miquel Forteza, mantenían cierto contacto con un profesor del Conservatorio Superior del Liceu de Barcelona, el padre Antoni Massana, jesuita y compositor. El Padre Massana solía visitar Palma. Se alojaba en el colegio de Montesión y también frecuentaba las tertulias del C.B.A. En el año 1946, en una de esas tertulias en las que estaba presente el compositor catalán, se planteó la necesidad de encontrar un director de orquesta que fuese capaz de construir la Sinfónica de Mallorca. Sin un buen director, Mallorca nunca dispondría de una gran orquesta. Y fue en esos momentos cuando el padre Massana tuvo una brillante ocurrencia. Comunicó a sus contertulios que conocía un director de orquesta, el maestro coreano Eaktay Ahn, que en aquellos momentos residía en Barcelona. Quizás él podría ser esa persona.

Eaktay Ahn, discípulo predilecto del gran compositor Richard Strauss, en aquellos momentos ya era un director famoso en Europa. La Segunda Guerra Mundial le había sorprendido en París. La difícil situación por la que atravesaba Corea le convirtió en un apátrida, lo que le imposibilitaba el regresar a su país. En esta tesitura, Enrique Casals, hermano del famoso músico Pau, le propuso realizar unos conciertos en Barcelona y otras ciudades españolas. El maestro se trasladó a la ciudad condal y allí conoció a la que sería su mujer, Mª Dolores Talavera, Lolita. Allí también conoció al padre Massana que le consiguió la dirección eventual de la orquesta sinfónica del Liceu de Barcelona, mientras esperaba poder viajar a los EEUU. Pero su condición de apátrida le impedía conseguir los visados americanos. Fue en esa época que Massana tuvo la tertulia palmesana y en la que vio una posible salida a la estancada situación del maestro coreano. Tal como cuenta en sus memorias Mª Dolores Talavera, en el otoño de 1946, estando en Barcelona la joven pareja recibió la visita de "Julio Sanmartín, secretario del Círculo de Bellas Artes de Palma de Mallorca". Él les explicó el proyecto que tenían algunos mallorquines para crear una orquesta sinfónica en la isla. Luego les animó a visitar Palma y a conocer al presidente del Círculo, Antoni Parietti y al maestro Josep Balaguer. Eaktay Ahn no se lo pensó mucho, consultó con su mujer y unos pocos amigos, y dijo que sí a la propuesta de visitar las Baleares. A mediados de noviembre se embarcaban rumbo a Mallorca. Parece ser que la isla impactó al músico coreano. Nada más llegar se alojaron en el hotel Victoria. Después de comer visitaron al maestro Balaguer y a Parietti e, increíblemente, esa misma tarde decidió aceptar el cargo de director de la orquesta sinfónica de Mallorca. Lolita, su mujer, fue la primera sorprendida en la rápida contestación de su marido. Al preguntarle el motivo de su vehemencia, Eaktay Ahn le respondió: "Tener una orquesta en esta isla es como tener un lugar en el cielo. Mi orquesta será digna de Mallorca". Según Bernardo Obrador, el director coreano firmó su contrato con el Círculo de Bellas Artes el 1 de diciembre de 1946. Acababa de nacer la ansiada orquesta.

Desde su casa de Son Matet, en San Agustín, Eaktay Ahn enseguida se puso manos a la obra. En poco tiempo consiguió reunir a diferentes músicos de diferentes ámbitos sociales y diferentes nacionalidades, algo que para el contexto de la época no deja de ser sorprendente. Para la financiación de la Sinfónica se consiguió el abono de más de novecientas personas. Marc Ferragut„que muy pronto se convirtió en la mano derecha del maestro coreano„Josep Balaguer, Antoni Parietti, Miquel Forteza, Julio Sanmartín, Antoni Sancho€ fueron algunas de las personas que hicieron posible este sueño. El 14 de enero de 1947 se inauguró la Sinfónica en el Teatro Principal. Aquella noche el Principal se llenó hasta los topes, y mucha gente abonada no pudo entrar, por lo que el concierto se tuvo que repetir en varios turnos de tarde y noche. En un tiempo récord, Eaktay Ahn había conseguido crear una orquesta que hizo poner en pie con entusiasmo al público. Así empezaba un importante episodio de la historia cultural mallorquina.

Durante una visita a Valldemossa con los Casasnovas y los Cilimindras, el músico coreano quedó impresionado, tanto por el paisaje como por la música folclórica mallorquina. Según cuenta su mujer, ese día decidió escribir un poema sinfónico dedicado a Mallorca, lo que con el tiempo se convertiría en una de sus grandes obras: Poema Sinfónico Mallorca. Esta obra fue estrenada en el concierto de inauguración de la sala de cine Augusta, del empresario Andreu Bordoy, también buen amigo de Eaktay Ahn, el 31 de octubre de 1948. Al año siguiente se organizó un concierto extraordinario en el que se tocaría la Novena Sinfonía de Beethoven, algo que en aquellos momentos era algo así como un milagro. La noche del estreno en el Teatro Principal, con la coral de la Capella de Manacor, fue apoteósica y marcó un principio de madurez en la Orquesta Sinfónica de Mallorca.

La labor del maestro coreano en la creación y desarrollo de la Sinfónica fue colosal. Durante doce años, Eaktay Ahn, dio más de doscientos treinta y dos conciertos de abono, más varios de extraordinarios. Gracias a la perseverancia de todos estos miembros del Círculo de Bellas Artes y de Eaktay Ahn, la gente de Mallorca (extranjeros incluidos) pudieron disfrutar de conciertos de gran calidad. El maestro coreano dio su último concierto con la Sinfónica el 30 de mayo de 1959, pero tuvo toda su vida a Mallorca como su residencia. Murió en Barcelona en 1965. Hoy sus restos mortales descansan en su país natal.

(*) Cronista oficial de Palma

Compartir el artículo

stats