El Ayuntamiento no prevé solicitar la supresión de la declaración como Zona de Gran Afluencia Turística (ZGAT) del centro de la ciudad, lo que permite que los comercios estén abiertos los 365 días del año, sino que pretende reforzar esta declaración con la apertura al público del edificio de Cort los sábados y domingos.

La concejala de Turismo, Comercio y Trabajo, Joana Maria Adrover, explicó que la medida está en consonancia con la voluntad municipal de que el centro de la ciudad "esté vivo" los 365 días del año con el fin de favorecer la desestacionalización. En este contexto, manifestó que "no podemos pretender que la iniciativa privada abra sus establecimientos y el Ayuntamiento permanezca cerrado".

Adrover explicó que "nos debemos adaptar a la realidad y Palma es una ciudad turística que recibe visitantes también en domingo y en día festivo y que los touroperadores demandan que también sea una ciudad viva, en la que los comercios y la oferta de restauración, de ocio y cultural no esté cerrada".

En este contexto se enmarca la decisión de abrir las dependencias municipales los sábados y domingos para que los turistas y los ciudadanos en general puedan acceder a la planta baja y visitar el salón de sesiones como cualquier día normal.

El comienzo de la apertura está pendiente de definir la aportación presupuestaria, ya que se deberá contar con personal especializado para visitas guiadas, además de reforzar la vigilancia de las dependencias municipales.

La declaración del centro de la ciudad como Zona de Gran Afluencia Turística fue aprobada por el Govern, a propuesta de Cort en marzo de 2012 de forma experimental entre el 15 y el 30 de octubre. En diciembre de 2014 la medida se hizo extensiva a todo el año. Desde el primer momento las patronales del pequeño comercio de Afedeco y Pimeco, se manifestaron en contra de la decisión, alegando que sólo beneficiaría a las grandes superficies comerciales, puesto que los establecimientos de menos de 600 metros cuadrado pueden abrir todos los días del año sin esta declaración.

Ayer, el presidente de Pimeco, Bernat Coll, manifestó que su asociación no ha cambiado de opinión en relación a la apertura comercial, que no dudó en calificar de "fracaso".

Prueba de ello es que apenas abren establecimientos en zonas comerciales tan emblemáticas como Jaume III. La mayoría de restaurantes también permanecen cerrados los domingos, por lo que concluyó que "solo beneficia a las grandes superficies".

Por contra, el presidente de la patronal de Restauración, Alfonso Robredo, explicó que, según su punto de vista, la apertura dominical "ha sido el ciento por ciento positiva", puesto que "no podemos pretender alargar la temporada turística y desestacionalizar si de los 365 días del año cerramos 50". Para Robredo "tampoco es bueno que puedan abrir en toda Palma, pero sí una determinada zona".