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Palma a la vista

"Oasis de paz" en las Avenidas

María José Rico y Elías Cascant han perserverado en su sueño: abrir un hamman en Palma, el primer baño turco de la ciudad

"Oasis de paz" en las Avenidas

María José Rico tuvo un sueño que quiso compartir con su marido Elías Cascant. Le llevó cinco años atrás a Granada, le dijo que quería celebrar su aniversario en un hammam. Ella los conocía de sus viajes por países árabes. La pareja llevaba unos meses de mucha tensión laboral, algo ajeno a su natural manera de estar en mundo. "Somos poco belicosos", dice ella. Si al principio a Elías la idea le dejó frío cuando llegó al baño árabe de Granada, en vuelto en aquella atmósfera de luces y sombras, los olores, los colores cálidos, el agua, el calor, se le iluminó la cara: "Fue un kit kat en mi vida".

Quisieron compartir ese bienestar. Hoy están a unas semanas de abrir al público el Hammam Palma, el primer baño turco que dispone la ciudad y que nadie debe confundir con un spa.

Desde aquella idea, cinco años atrás, a llevarla a cabo, dos años después, han pasado por distintos estadios. ¡Como quien entra en un hammam y somete a su cuerpo a distintos cambios de temperatura que le purificarán y prepararán para entrar en una especie de nirvana sin más ayuda que el agua, el claroscuro, los aceites, las esencias, y el abandono que da al cuerpo el salto térmico, de 32 grados al frío.

"Aquí están nuestros ahorros y dos hipotecas más, pero cuando lo veo acabado, me siento en paz. ¡Creo que han valido la pena tantos contratiempos!", asegura María José.

Conocedora a fondo de la cultura del baño árabe, o turco o hamman, le hubiera gustado poder hacerlo en el casco antiguo de Palma. "Hubiera sido lo más natural pero hubiera necesitado tal cantidad de dinero, que no tengo, y además, me habría encontrado con muchas dificultades por temas de patrimonio. Así que me decidí por este lugar".

Este lugar está en la calle Costa y Llobera, "un oasis a veinte pasos de las Avenidas", dice publicitariamente María José. Mientras enseña el lugar, entra una bailarina que casualmente trabajó en unos baños turcos en Madrid. Les habla de la música y les recomienda la de Eduardo Paniagua, uno de los grandes investigadores en música medieval y que tiene casa en Mallorca. Sale encantada tras la visita al hammam de Palma. Al igual que ella, lo podrán ver en tres jornadas de puertas abiertas, quien quiera los días 13, 14 y 15 de noviembre. El 17 se abrirá.

El ritual de un baño turco, variante húmeda de una sauna, es entrar en una pequeña estancia de relax, pasar a un cuarto tibio donde se puede tomar té y dejarse envolver para pasar al cuarto caliente y de ahí a la zona fría. En el de Palma no está la piedra de mármol que suele ocupar una nave hexagonal en los baños turcos más antiguos en ciudades como Estambul e incluso en Budapest, pero el de Palma contará con dos piedras individuales en la planta superior de este edificio, cuya altura ha sido determinante para acabar cobijando el primer baño turco de la ciudad. Las 1001 noches a tiro de piedra del corazón comercial de Palma.

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