"Las máquinas destruyeron el Pont del Tren, casi cien años de historia, en dos días", recuerdan ARCA y la plataforma Parc de les Vies. Sucedió la madrugada del 5 de noviembre de 2005, por lo que hoy se cumple el décimo aniversario de la demolición de un monumento catalogado obra del arquitecto Gaspar Bennazar. La asociación proteccionista y la entidad que promovió un parque en vez de asfalto donde estaban las vías del tren inauguraron ayer una exposición fotográfica en la sede de ARCA donde se pueden ver las imágenes tomadas de este valioso elemento patrimonial en una jornada organizada el 1 de noviembre de hace diez años, días antes del derribo, y durante la destrucción propiciada por el equipo de gobierno de Catalina Cirer en Cort.

"Advertimos al Ayuntamiento de que estaba protegido y no se podía tocar", aunque "no sirvió de nada". "Desde la plataforma del Parc de les Vies pasamos una noche de vigilancia, la del 4 de noviembre, para ser testigos de la destrucción desde el minuto cero", rememoran. Consiguieron que el puente fuese restituido, pero la misma ingeniera que lo derribó fue la encargada de la nueva labor y, "evidentemente, mucho cariño no le tenía", por lo que se tuvieron que introducir mejoras posteriores, a cargo del arquitecto municipal Antoni Sbert, que les "consuelan", tal como manifiestan desde ambas entidades.

En este aniversario, ARCA y la plataforma quieren incidir en que, "pese a no ser el original", el Pont del Tren "continúa siendo patrimonio de Palma", porque sirve para "recordar el acceso a la ciudad en el tren desde la Part Forana; rememorar las vivencias personales que la mayoría de la gente de Palma ha tenido en este elemento singular", como por ejemplo "el guardia urbano que había antes de la subida hacia la calle Eusebi Estada, las carreras de niños en bicicleta o los coches cuando el puente tenía doble sentido circulatorio"; y "dar una lección a los políticos que actuaron de espaldas a la ciudadanía. Era ilegal destruir el puente y continúa allí para recordarlo", tal como advierten.

La asociación de Amics del Ferrocarril lamenta que, con la reproducción del puente, "la obra ha perdido gran parte de su trazado armónico", y recuerda a los políticos "que la defensa del patrimonio industrial es también el reconocimiento de nuestra historia y debe ser preservado".